"Entonces el hombre y su mujer oyeron la voz del Señor Dios mientras él paseaba por el huerto al fresco del día, y se escondieron de Jehová Dios entre los árboles del huerto. Pero el Señor Dios llamó al hombre. , '¿Dónde estás?' Él respondió: 'Te oí en el huerto, y tuve miedo porque estaba desnudo, así que me escondí'”. Génesis 3:9-10;
La vergüenza es el primer resultado de la caída. Es la primera emoción que experimentaron Adán y Eva después de desobedecer a Dios al comer el fruto del árbol prohibido. Y nosotros, como seres humanos descendientes de Adán y Eva, hemos luchado contra la vergüenza desde entonces.
Es esa sensación de estar expuestos, desnudos y vulnerables, como si algo estuviera profundamente mal en nosotros y todos pudieran verlo. Es un sentimiento de inutilidad. Pero no es lo que se supone que debe experimentar una hija del Rey; es de lo que vino a liberarnos. He luchado contra la vergüenza desde que tengo uso de razón, pero quizás lo más significativo fue en la escuela secundaria. Recuerdo sentir que había algo irreparable en mí, como si no pudiera arreglarme. Sentí que mis defectos eran quien yo era.
No fue hasta que aprendí la diferencia entre vergüenza y culpa que finalmente me liberé de las garras mortales de la vergüenza. La culpa es un sentimiento apropiado que surge cuando en realidad hemos hecho algo malo y nos sentimos culpables por ello; la vergüenza es el sentimiento de que estamos equivocados, de que somos fundamentalmente malos. La culpa nos mueve hacia acciones de reparación; la vergüenza nos hace escondernos, como Adán y Eva.
La culpa es útil y nos ayuda a crecer; la vergüenza nos mantiene estancados. Libera tu vergüenza a Dios y pídele que te ayude a discernir qué es lo que realmente necesitas cambiar y cuándo necesitas simplemente saber que eres amado.
Preguntas de reflexión:
1. ¿Tienes vergüenza? ¿Está relacionado con algo específico? ¿Cómo puedes entregárselo a Dios?
(Utilice un cuaderno para anotar su respuesta)
2. ¿Estás cargando con culpa? ¿Qué medidas de acción puedes tomar para hacer las cosas bien?
(Utilice un cuaderno para anotar su respuesta)
Oración: Jesús, por favor enséñame a discernir entre la culpa y la vergüenza. Derrama Tu amor en las áreas de mi vida donde me siento avergonzado y dame convicción para las acciones que debo tomar para aliviar mi culpa. Gracias porque no me definen los errores que cometo. Amén.
Shame vs. Guilt
“Then the man and his wife heard the sound of the Lord God as he was walking in the garden in the cool of the day, and they hid from the Lord God among the trees of the garden. But the Lord God called to the man, ‘Where are you?’ He answered, ‘1 heard you in the garden, and I was afraid because I was naked; so I hid.’” Genesis 3:9-10
Shame is the first result of the fall. It is the first emotion that Adam and Eve experi- enced after disobeying God by eating the fruit from the forbidden tree. And we as human beings descended from Adam and Eve have battled shame ever since.
It’s that feeling of being exposed—naked and vulnerable—like there is something deeply wrong with us, and everyone can see it. It’s a feeling of worthlessness. But it is not what a daughter of the King is meant to experience; it’s what He came to free us from. I’ve struggled with shame for as long as I can remember, but perhaps most significantly in high school. I re- member feeling like there was something irreparable in me—like I could not be fixed
I felt that my flaws were who I was. It wasn’t until I learned about the difference between shame and guilt that I was finally set free from the death grip of shame. Guilt is an appropriate feeling that results when we have actually done something wrong and are convicted about it; shame is the feeling that we are wrong, that we are fundamentally bad.
Guilt moves us towards actions of repa- ration; shame makes us hide, like Adam and Eve. Guilt is useful and helps us grow; shame keeps us stuck. Release your shame to God and ask Him to help you discern what you actually need to change and when you need to just know you are loved.
Reflection Questions:
- Do you carry shame? Is it tied to anything specific? How can you release it to God?
(Please use a notebook for journaling your response)
- Are you carrying guilt? What action steps can you take to make things right?
(Please use a notebook for journaling your response)
Prayer: Jesus, please teach me how to discern between guilt and shame. Leak Your love into the areas of my life where I feel ashamed, and give me conviction for the action I need to take to relieve my guilt. Thank you that I am not defined by the mistakes that I make. Amen.