Tuyo es el día, tuya también la noche; tú estableciste la luna y el sol; trazaste los límites de la tierra, y creaste el verano y el invierno. SALMO 74:16-17
Las personas que viven en un clima frío saben que los inviernos pueden hacerse muy largos. A medida que la luz del día disminuye, es fácil que el desánimo o la depresión empiecen a embargarnos. Esto a veces es el resultado directo de necesitar más vitamina D para compensar la falta de luz solar. Pero, en ocasiones, el Señor permite esto para llevarte a encontrar una mayor satisfacción en él.
Dios creó las estaciones. Son su obra. Los tesoros invernales son como el maná, el mismo maná que se pudriría en verano. El maná que recibimos a diario nos renueva y nos da el alimento que necesitamos.
Oración:
Dios, ayúdame a aprovechar al máximo esta estación. No quiero vivir quejándome o esperando a que pase el invierno. Hay tesoros por encontrar en este lugar y yo no quiero perdérmelos, en el nombre de Jesús ¡Amén !
Summer and Winter
The day is yours, and yours also the night; you established the sun and moon. It was you who set all the boundaries of the earth; you made both summer and winter. PSALM 74:16-17
Those who live in a cold climate understand that winters can get long. As the amount of daylight decreases, it’s easy to find discouragement or depression creeping in. Sometimes this is a direct result of just needing more vitamin D to compensate for the lack of sunlight. But sometimes the Lord allows this to drive you to a place of finding a deeper degree of contentment in him.
God created the seasons. They are his making. Winter treasures are like manna—the same manna would be rotten in the summer. Manna that is provided on a daily basis refreshes us and provides the kind of nourishment we need.
Prayer:
God, help me to make the most out of this season. I don’t want to live in complaint or wish away the winter. There are treasures to be found in this place that I don’t want to miss.