2 Corintios 4:7
“Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros”,
Quién guardaría un tesoro en un vaso de barro? Lo natural es que los tesoros se guarden en cajas fuertes, pero cuando se trata de Dios, siempre nos confronta con paradojas que nos hacen ver que sus caminos no son nuestros caminos.
Nos presenta un contraste entre el valor indescriptible del tesoro del evangelio, guardado en vasos frágiles, que se pueden romper. Pablo declara que el propósito divino del poder de Dios encuentra su demostración total en la debilidad humana.
Pablo describe este vaso de barro como el «hombre exterior», (2 Corintios 4:16), el cual es de naturaleza inferior, innoble, desechable, frágil y fácil de romper. El contraste entre el tesoro y el vaso de barro, apunta hacia la superioridad del tesoro y la inferioridad del vaso.
La importancia del vaso radica en que esté limpio, vacío y disponible para el servicio del Señor. Este vaso de barro es sometido a pruebas y tribulaciones por causa del evangelio.
El barro es figura de Adán y sus descendientes, nos dice la Palabra que “Dios hizo al hombre del polvo de la tierra” Génesis 2:7. Así que la Gloria del Cielo está envuelta en nosotros por la naturaleza humana con todas sus limitaciones y complicaciones, con sus debilidades y miserias.
Aunque ya hemos oído que Dios ha tratado con nuestra vieja naturaleza (el barro) en la cruz, de tal manera que cuando Cristo murió, nosotros morimos con El, para librarnos del dominio del pecado.
¿Quién no pasa por estas cosas? ¿Quién no las experimenta? ¡Cuánto presumimos cuando somos jóvenes! Nos parece que podemos comernos el mundo, pero la vida nos va enseñando que no somos tan fuertes como creemos, y así nos pasa en la vida cristiana, inevitablemente llegan los momentos de debilidad, nos damos cuenta que nuestras fuerzas son insuficientes, que no llegamos a las metas que nos proponemos, nos desbordan los retos que la vida nos plantea. Estamos experimentando la incapacidad del barro que somos, ¿Qué hacemos entonces? ¿Nos desanimamos? ¿Nos damos por vencidos? ¿Nos rendimos? ¿Tiramos la toalla? ¿Pensamos que no hay más? ¿Escondemos la cabeza? En los versículos de arriba el apóstol también experimenta estas facetas del barro, pero habla también de recursos que le sostienen. ¡Sí! Atribulados en todo, mas no angustiados. ¡Sí! No le faltaban los apuros, pero tampoco faltaba la esperanza. Perseguidos, pero no sin amparo. Derribados, caídos, pero no aniquilados ni destruidos.
¡La vida de Jesús manifestada en nuestros cuerpos! ¡En estos vasos de barro! Pero para que eso sea posible es necesario que el barro se rompa. No cabe duda que nos está hablando de recursos celestiales, de la manifestación del tesoro que contiene el barro y ¡Es que esa es la enseñanza que quiere comunicarnos! Tenemos dentro de nosotros la vida de Cristo mismo, no solo para darnos victoria sobre el pecado, sino también para darnos poder en nuestra debilidad.
Hemos hablado del barro que contiene un tesoro, pero que mientras no se rompe no podemos ver ese tesoro, si sólo lo rompemos un poquito, veremos algo del tesoro, pero poco, en la medida que rompemos más el recipiente, más se ve el contenido; así Pablo quiere llevar esa muerte de Cristo en su cuerpo hasta el punto que sólo se le vea a Él, como algunos hermanos han dicho comentando este pasaje: “A más de nuestra muerte con Cristo, más de Su Vida en nosotros.”
Para todos es inevitable que “el hombre exterior” se desgaste, lo notamos cuando vemos a una persona, un hermano después de varios años, pero ¿y el interior? ¿Notamos crecimiento, madurez? ¿Vemos que se ha renovado? ¿Y eso de renovarse de día en día?
Estamos en la escuela, aún estamos aprendiendo, a orar, a morir para vivir y tantas otras cosas. La vida cristiana es la aventura más fascinante que se puede vivir sobre esta tierra cuando dejamos a Cristo vivir en nosotros, “¡Lo mejor está por venir!”
Es responsabilidad de todo creyente saber lo que es en manos de Dios, conocer para que fue creado. Si conocemos la voluntad del creador y nos sometemos a ella, sabiendo que sin su ayuda nada somos, sino que por su gracia es que recibimos los dones que nos permiten ser vasos de barro que poseemos un gran tesoro para que la excelencia del poder sea de Dios y no de nosotros, entonces sabremos nuestro propósito en este mundo, el cual es glorificar a Dios.
Además el apóstol Pablo por el Espíritu Santo también nos enseña que esa excelencia es de Dios, para la gloria de su Nombre y no para los hombres. Es por eso que los siervos del Señor debemos tener presente siempre que somos vasijas de barro, y que el alfarero y dueño es el Señor, y que toda la gloria sólo le pertenece a él.
Es por la gracia y amor de Jesucristo que hoy tenemos salvación, y que además tenemos el privilegio de participar en Su obra. La excelencia de Su poder, que se ha mencionado, se manifiesta con mayor gloria en aquellos que con corazón humilde, procuran que su Nombre sea exaltado, pues finalmente el poder es de nuestro buen Dios.
Oración:
Padre Amado!
Nos has hecho portadores de tu Gloria, siendo Vasos de barro perfeccionados por el fuego de tu presencia, donde día con día morimos a nuestra carne para resplandecer con tu luz mi Señor Jesús, es ese tesoro muy preciado en nuestros corazones, que nos hace capaces de ser fuerte en nuestras debilidades, vencer el pecado en nuestras vidas y vivir para hacer tu voluntad, es tu poder en nosotros que nos lleva hacia el cumplimiento de tus planes maravillosos, donde toda la Gloria y Alabanza solo es tuya mi Señor, en el nombre de Jesús, Amén!
Clay Vases
2 Corinthians 4: 7
“But we have this treasure in earthen vessels, so that the excellence of the power is from God, and not from us”,
Who would keep a treasure in a clay vase? The natural thing is that the treasures are kept in safes, but when it comes to God, he always confronts us with paradoxes that make us see that his ways are not our ways.
It presents us with a contrast between the indescribable value of the treasure of the gospel, kept in fragile vases, which can be broken. Paul declares that the divine purpose of God’s power finds its full demonstration in human weakness.
Paul describes this earthen vessel as the “outer man” (2 Corinthians 4:16), who is inferior in nature, ignoble, disposable, fragile and easy to break. The contrast between the treasure and the clay vase points to the superiority of the treasure and the inferiority of the vase.
The importance of the vase is that it is clean, empty and available for the service of the Lord. This earthen vessel is subjected to trials and tribulations because of the gospel.
The clay is a figure of Adam and his descendants, the Word tells us that
“God made man from the dust of the earth” Genesis 2: 7. So the Glory of Heaven is enveloped in us by human nature with all its limitations and complications, with its weaknesses and miseries.
Although we have already heard that God has dealt with our old nature (clay) on the cross, in such a way that when Christ died, we died with Him, to free ourselves from the dominion of sin.
Who doesn’t go through these things? Who does not experience them? How we brag when we are young! It seems to us that we can eat the world, but life teaches us that we are not as strong as we think, and so it happens to us in the Christian life, inevitably moments of weakness arrive, we realize that our strength is insufficient, that we do not arrive To the goals that we propose, we are overwhelmed by the challenges that life poses to us. We are experiencing the inability of the mud that we are, what do we do then? Are we discouraged? Do we give up? We give up? Shall we throw in the towel? Do we think there is no more? Shall we hide our heads? In the verses above the apostle also experiences these facets of clay, but also speaks of resources that sustain him. Yes! Troubled in everything, but not anguished. Yes! He was not lacking in hardships, but neither was he lacking in hope. Persecuted, but not without protection. Knocked down, fallen, but not annihilated or destroyed.
The life of Jesus manifested in our bodies! In these clay vases! But for that to be possible, it is necessary for the clay to break. There is no doubt that he is talking to us about heavenly resources, about the manifestation of the treasure that the clay contains and that is the teaching that he wants to communicate to us! We have within us the life of Christ himself, not only to give us victory over sin, but also to empower us in our weakness.
We have talked about the clay that contains a treasure, but that while it is not broken we cannot see that treasure, if we only break it a little bit, we will see some of the treasure, but little, as we break the container more, the more the content is seen; so Paul wants to bring that death of Christ in his body to the point that only Him is seen, as some brothers have said commenting on this passage: “In addition to our death with Christ, more of His Life in us.”
For everyone it is inevitable that “the outer man” wears out, we notice it when we see a person, a brother after several years, but what about the interior? Do we notice growth, maturity? Do we see that it has been renewed? And that of renewing itself from day to day?
We are in school, we are still learning, to pray, to die to live and so many other things. The Christian life is the most fascinating adventure that can be lived on this earth when we let Christ live in us, “The best is yet to come!”
It is the responsibility of every believer to know what it is in the hands of God, to know what it was created for. If we know the creator’s will and submit to it, knowing that without his help we are nothing, but rather by his grace we receive the gifts that allow us to be clay vessels that we possess a great treasure so that the excellence of power may be of God and not us, then we will know our purpose in this world, which is to glorify God.
In addition, the apostle Paul by the Holy Spirit also teaches us that this excellence is from God, for the glory of his Name and not for men. That is why the Lord’s servants must always keep in mind that we are clay jars, and that the potter and owner is the Lord, and that all glory belongs only to him.
It is by the grace and love of Jesus Christ that today we have salvation, and that we also have the privilege of participating in His work. The excellence of His power, which has been mentioned, is manifested with greater glory in those who with humble hearts, seek that their Name be exalted, because finally the power belongs to our good God.
Prayer:
Beloved Father!
You have made us bearers of Your Glory, being Earthen Vessels perfected by the fire of Your presence, where day by day we die to our flesh to shine with Your light my Lord Jesus, it is that very precious treasure in our hearts, which makes us capable to be strong in our weaknesses, to overcome sin in our lives and to live to do Your Will, it is Your power in us that leads us towards the fulfillment of Your wonderful plans, where all the Glory and Praise is only Yours my Lord, in the Jesus name, Amen!