Estoy convencido de esto: el que comenzó tan buena obra en ustedes la irá perfeccionando hasta el día de Cristo Jesús. —Filipenses 1:6
Nehemías tenía una carrera exitosa como copero del rey, pero aun así, en lo profundo de su ser, sentía que Dios lo estaba llamando a hacer algo diferente. Algo radical. Algo que solo Dios podía lograr. Esa tarea parecía monumental e imposible. Los muros de Jerusalén estaban derribados, dejando a la gente indefensa contra todo ataque. Nehemías sabía que Dios quería que abandonara la comodidad del palacio y guiara a su pueblo a reconstruir las murallas de la ciudad.
Él respondió con fe y obediencia. Ayunó y oró. Solicitó con valentía el permiso del rey y le pidió ayuda a fin de obtener recursos. Sabiamente, examinó la condición de los muros antes de comenzar la reconstrucción. Y luego inició la obra.
Desde el primer día, Nehemías y el pueblo de Dios soportaron intensas persecuciones. Sus enemigos los ridiculizaron y se burlaron de ellos, esperando que abandonaran la tarea. Sin embargo, los israelitas continuaron trabajando día tras día con todo su corazón, creyendo que el Señor los haría triunfar. Como resultado, los sólidos muros de la ciudad de Jerusalén fueron terminados en un tiempo récord. Cuando las naciones de los alrededores oyeron que los muros habían sido levantados en solo cincuenta y dos días, sintieron temor y perdieron la confianza en sí mismos, porque se dieron cuenta de que la obra se había llevado a cabo con la ayuda de Dios.
Versículos para el estudio adicional:
Nehemías 1:4
Nehemías 2:4-9, 11-15, 20 Nehemías 4:6
Nehemías 6:15-16
Salmo 138:8
Dios nos llama a cada uno de nosotros a una gran obra. Al igual que Nehemías y los israelitas, sin dudas enfrentaremos oposición. No obstante, cuando el enemigo nos lance acusaciones en medio del camino y trate de derrotarnos, podemos permanecer firmes en la verdad de la Palabra de Dios. Me encanta la respuesta de Nehemías ante los infructuosos intentos de sus enemigos para distraerlo: «Estoy ocupado en una gran obra, y no puedo ir» (Nehemías 6:3). Él se negó a permitir que el trabajo se viera entorpecido y permaneció enfocado en los propósitos de Dios. Debemos recordar que así como Dios fue fiel y ayudó a su pueblo a reconstruir las murallas de Jerusalén, él también completará la buena obra que ha comenzado en nuestras vidas.
Oración:
Dios, tú tienes un plan para mi vida, y estoy seguro de que lo llevarás a término a medida que me rindo a ti. Me niego a que el enemigo me distraiga y desvíe de mi camino con sus malvados planes. Mis ojos están puestos en ti, Señor soberano, a fin de que termines la buena obra que has comenzado en mí.
A Good Work
He who began a good work in you will carry it on to completion until the day of Christ Jesus. — Philippians 1:6
Verses for additional study: Nehemiah 1:4
Nehemiah 2:4 – 9, 11 – 15, 20 Nehemiah 4:6
Nehemiah 6:15 – 16
Psalm 138:8
Nehemiah had a successful career as cupbearer to the king, yet deep within him, he sensed the Lord calling him toward something different. Something radical. Something only God could do.
The task seemed monumental and impossible. The walls of Jerusalem were broken down, leaving the people defenseless against attack. Nehemiah knew that God wanted him to leave the comfort of palace life to lead his people in rebuilding the city walls.
Nehemiah responded in faith and obedience. He fasted and prayed. He boldly requested permission from the king and for his help in getting supplies. He wisely examined the condition of the walls before beginning reconstruction. He started the work.
From day one, Nehemiah and God’s people endured intense persecution. Their enemies ridiculed and mocked them, hoping that they would give up. But the Israelites kept working day after day with all of their hearts, believing that the Lord would give them success. As a result, the massive city walls of Jerusalem were completed in record time. When the surrounding nations heard that the walls were completed in just fifty-two days, they were afraid and lost their self-confidence, because they realized that the work had been done with the help of God.
God calls each of us to a great work. Like Nehemiah and the Israelites, we undoubtedly will face fierce opposition. When the enemy hurls accusations our way and tries to defeat us, we can stand our ground on the truth of God’s Word. I love Nehemiah’s response to his enemies’ relentless attempts to distract him: “I am carrying on a great project and cannot go down” (6:3).
He refused to be shaken and remained focused on the purposes of God. We must remember that just as God was faithful in helping his people to rebuild the walls of Jerusalem, he will also complete the good work he has begun in our lives.
Prayer:
God, you have a plan for my life, and I am confident that you will bring it to completion as I surrender to you. I refuse to be distracted by the enemy and thrown off course by his wicked schemes. My eyes are on you, Sovereign Lord, to finish the good work you have started in me.