A partir de entonces, Jesús comenzó a predicar: «Arrepiéntanse de sus pecados y vuelvan a Dios, porque el reino del cielo está cerca».
Mateo 4;17
La renovación de la mente comienza con el arrepentimiento. Esa es la puerta de entrada para regresar a nuestra asignación original en la tierra. Jesús dijo: “Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado”. Para muchos cristianos, arrepentirse se refiere a tener un llamado al altar en el que las personas pasan al frente y lloran en el altar y se reconcilian con Dios. Esa es una expresión legítima de arrepentimiento, pero no es lo que significa la palabra arrepentimiento. Arre significa volver atrás. Pent es como el ático, el último piso de un edificio. Arrepentirse, entonces, significa volver a la perspectiva de Dios sobre la realidad. Y en esa perspectiva, hay renovación, una reforma que afecta nuestro intelecto, nuestras emociones y cada parte de nuestras vidas.
Jesús dijo que “el que no naciere de nuevo, no podrá ver el reino de Dios” (Juan 3:3). ¿Qué significa eso? Jesús no estaba diciendo que tendríamos visiones del Cielo, aunque sé que eso sucede. Estaba hablando de manera más práctica. Él estaba diciendo que cuando nuestras mentes sean renovadas, veremos el Reino exhibido y probado como lo hizo Él en Su ministerio terrenal. Eso es lo que significa “ver” el Reino de los Cielos. Nuestras almas anhelan ver tales cosas. Tenemos dentro de nosotros un hambre implacable de ver cómo el Reino irrumpe en este ámbito, y no solo de observar, sino de participar, de convertirnos en el punto de conexión y la puerta de entrada del poder de Dios.
Oración:
Gracias, Dios, porque estás transformando cada aspecto de mi vida. Quiero ver el mundo como Tú lo ves. Recuerda cualquier área de mi vida en la que se necesite arrepentimiento, quiero experimentar Tu Reino plenamente.
Y sé que algunos días muchos se sienten lejos de experimentar Tu Reino, pero se que estás más cerca de lo que pensamos. Libera nuestro dolor y desilusión. Así como yo estoy siendo transformado. Déjame mostrar tu gloria en mi que anhelas revelar sobre la tierra.
Your Beginning
Renewing the mind begins with repentance. That is the gateway to return to our original assignment on earth. Jesus said, “Repent, for the kingdom of heaven is at hand.” To many Christians, repent refers to having an alter call where people come forward and weep at the altar and get right with God. That is a legitimate expression of repentance, but it’s not what the word repentance means. Re means to go back. Pent is like the penthouse, the top floor of a building. Repent, then, means to go back to God’s perspective on reality. And in that perspective, there is renewal, a reformation that affects our intellect, our emotions, and every part of our lives.
Jesus said that “unless one is born again, he cannot see the kingdom of God” (John 3:3). What does that mean? Jesus was not saying that we would have visions of Heaven, although I know that happens. He was speaking more practically. He was saying that when our minds are renewed, we will see the Kingdom displayed and proven as He did in His earthly ministry. That what it means to “see” the Kingdom of Heaven. Our souls long to see such things. We have inside of us an unrelenting hunger to watch the Kingdom break into this realm—and not just to watch but to participate, to become the connecting point and gateway for God’s power.
Prayer:
Thank You, God, that You are transforming every aspect of my life. I want to see the world the way You do. Bring to mind any area of my life where repentance is needed so that I can experience Your Kingdom fully.
I know some days feel far away from experiencing My Kingdom, but I am closer than you think. Release your pain and disappointment to Me. Let Me carry them. Let Me show you the glory I long to reveal on the earth.