«Estas cosas les he dicho para que no tengan tropiezo».
JUAN 16:1
Jesús era consciente del sufrimiento que le esperaba y de cómo afectaría su crucifixión a sus discípulos. Así que les advirtió: «Llorarán y se lamentarán, pero [. . .] su tristeza se convertirá en alegría» (Juan 16:20). El plan de redención de Cristo no incluía rescatar a sus seguidores de los problemas inmediatos causados por sus circunstancias. La prueba de fe sería grande, pero necesaria, ya que se convertirían en sus representantes en todo el mundo.
Poco después de pronunciar estas palabras, Jesús soportó la agonía de la cruz y fue un ejemplo vivo de cómo soportar la tribulación. Cristo soportó, porque estaba anclado al plan del Padre, no a las cosas del mundo. No se estremeció cuando le lanzaron falsas acusaciones ni se acobardó ante el dolor terrenal. Fue a la cruz, cumplió su misión y resucitó gloriosamente.
Jesús dejó claro que como creyentes nos enfrentaremos a la adversidad. Pero podemos hacerlo en victoria si recordamos sus palabras: «Confíen, Yo he vencido al mundo» (Juan 16:33). Así que no te inquietes si sufres hoy. Como Jesús, dile al Padre: «No se haga Mi voluntad, sino la Tuya» (Lucas 22:42), y espera que Él venza en tu situación y te traiga alegría.
Oración: Jesús, no se haga mi voluntad, sino la tuya. Glorifícate en mí. Amén.
Enduring the Trial
“These things I have spoken to you so that you may be kept from stumbling.”
JOHN 16:1
Jesus was aware of the suffering ahead and how His crucifixion would affect His disciples. He warned them, “You will weep and lament, but . . . your grief will be turned into joy” (John 16:20). Christ’s plan for redemption didn’t include rescuing His followers from the immediate trouble of their circumstances. The test of faith would be great, but necessary, as they would become His representatives throughout the world.
Soon after Jesus said these words, He bore the agony of the cross and was a living example of how to withstand tribulation. Because He was anchored in the Father’s plan, not in the things of the world, Christ endured. He was not shaken when false accusations were hurled at Him, nor was He cowed by the earthly pain. He went to the cross, fulfilled His mission, and was gloriously resurrected.
Jesus made it clear that we’ll all face adversity as believers. But we can do so victoriously when we remember His word to us: “Take courage; I have overcome the world” (John 16:33). So don’t fret if you suffer today. Like Jesus, tell the Father, “Not My will, but Yours be done” (Luke 22:42), and expect Him to conquer in your situation and bring you joy.
Prayer:
Jesus, not my will, but Yours. Glorify Yourself in me. Amen.