Esto significa que todo el que pertenece a Cristo se ha convertido en una persona nueva. La vida antigua ha pasado; ¡una nueva vida ha comenzado!
Para estar preparados para lo desconocido, necesitamos acercarnos a Dios. Él quiere tener una relación intima con nosotros. Debemos permanecer en Dios y en sus promesas para dar fruto en nuestras vidas. Para acercarnos a Dios consistentemente, necesitamos ser disciplinados en las prácticas espirituales. Estas prácticas promueven el crecimiento espiritual. Las disciplinas desarrolladas dentro de nuestros ritmos diarios nos permitirán fortalecer nuestra relación con Dios. Esto puede incluir la adoración, la oración, el estudio, el descanso, la meditación, la comunión, la celebración o el ayuno. Las disciplinas nos recuerdan, nos restauran, nos calibran, nos entrenan, nos guían y nos reconcilian. El rey David, por ejemplo, exhibió la comunión conversacional con Dios (en la oración) a través de muchos de los desafíos que enfrentó. Podemos crecer en estas disciplinas diariamente.
Acercarse a Dios, requiere la eliminación de relaciones tóxicas, horarios excesivamente ocupados sin margen, eliminación de ídolos, o resolver cosas que ocupan demasiado espacio en nuestras mentes, como el dolor o la amargura. Acercarse diariamente a Dios es el trabajo de toda una vida, pero comienza hoy.
Probablemente hayas oído que lo que alimentas crece. Y eso es verdaderamente cierto. Cuando decidimos enfocarnos en lo bueno y darle un lugar de importancia en nuestras vidas, eso crece. Entonces, elige nutrir tu espíritu, dando la prioridad a tu comunión con Dios cada día, escuchando cosas y haciendo actividades que edifiquen y te vuelva fuerte en el espíritu.
Oración:
Mi Señor Jesús, en tu misericordia nos has rescatado y perdonado, ahora somos nuevos, encontrando libertad, Salvación y vida eterna; nos regalaste de tu Santo Espíritu y hemos obtenido dominio Propio para poder alejarnos del mal, abre nuestros ojos y dejanos ver las áreas que aun necesitamos tratar, y arranca los ídolos, relaciones toxicas, la amargura, falta de perdón y demás cosas que nos apartan de ti, que hoy florezca la obediencia, disciplina y perseverancia para poder caminar en verdadera comunión
Always Prepared
2 Corinthians 5:17
This means that everyone who belongs to Christ has become a new person. Ancient life has passed; a new life has begun!
To be prepared for the unknown, we need to approach God. He wants to have an intimate relationship with us. We must remain in God and His promises to bear fruit in our lives. To approach God consistently, we need to be disciplined in spiritual practices. These practices promote spiritual growth. The disciplines developed within our daily rhythms will allow us to strengthen our relationship with God. This may include worship, prayer, study, rest, meditation, communion, celebration or fasting. Disciplines remind us, restore us, calibrate us, train us, guide us and reconcile us. King David, for example, exhibited conversational communion with God (in prayer) through many of the challenges he faced. We can grow in these disciplines on a daily basis.
Approaching God requires the elimination of toxic relationships, excessively busy schedules with no margin, elimination of idols, or solving things that occupy too much space in our minds, such as pain or bitterness. Approaching God daily is the work of a lifetime, but it begins today.
You’ve probably heard that what you’re feeding, grows. And that’s true. When we decide to focus on the good and give it a place of importance in our lives, it grows. Then, choose to nourish your spirit, giving priority to your communion with God each day, listening to things and doing activities that edify and make you strong in the spirit.
Prayer:
My Lord Jesus, in your mercy you have rescued and forgiven us, now we are new, finding freedom, salvation and eternal life; You gifted us your Holy Spirit and we have gained self-control to be able to move away from evil, open our eyes and let us see the areas we still need to deal with, and tear down idols, toxic relationships, bitterness, unforgiveness and other things that turn us away from you, may obedience, discipline and perseverance flourish today in order to be able to walk in true communion with you, my king, we ask you in the name of Jesus, Amen!