Somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios.
2 CORINTIOS 5:20
Aveces al servir a Dios y buscar su voluntad descubrimos que uno de los mayores retos que enfrentamos se encuentra en la manera de relacionarnos con otras personas. Recordemos siempre que estamos llamados a servir a los demás y tener dominio sobre el mal. Mucha gente considera esto al revés: gobernar a otros y servir al enemigo imponiendo su propia voluntad en lugar de hacer la voluntad de Dios. No caigamos en esa trampa.
Su papel como discípulo de Cristo es modelar la manera en que Jesús vivió. Él llevó una vida de amor, ministración, perdón, sacrificio, sumisión humilde al Padre y victoria total sobre el poder del pecado. Por esto es que Jesús nos exhorta a emularlo, declarando: «Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos» (Juan 15:13). Sí, usted tiene autoridad sobre el enemigo, está armado con el nombre de Jesús para resistir los asaltos y tentaciones del diablo. Pero cuando se trata de personas, usted es un mensajero de reconciliación, no de condenación. Alguien que, con una actitud de humildad, llama a la gente a ser salva del pecado. Debido a que el amor de Dios fluye a través de usted, otros responderán sí a Jesús (Juan 13:35).
Oración:
Jesús, permite que tu amor fluya a través de mí para que otros puedan conocerte y ser salvos. Amén.
SERVING AND RULING
We are ambassadors for Christ, as though God were making an appeal through us; we beg you on behalf of Christ, be reconciled to God.
2 CORINTHIANS 5:20
Sometimes as you’re serving God and pursuing His will, you’ll find that one of the greatest challenges you’ll face is with other people. Always remember that you’re called to serve people and have dominion over evil. So many people get this backward—they’re ruling over people and serving the Enemy by imposing their own wills instead of doing God’s. Don’t fall for that trap.
Your role as a disciple of Christ is to model the way that Jesus lived—a life of love, ministry, forgiveness, sacrifice, humble submission to the Father, and total victory over the power of sin. This is why Jesus admonished you to emulate Him, saying, “Greater love has no one than this, that one lay down his life for his friends” (John 15:13). Yes, you are to have authority over the Enemy—armed with the name of Jesus to withstand the Devil’s assaults and resist his temptations. But when it comes to people, you are an ambassador of reconciliation—not condemnation—calling people to be saved from sin with an attitude of humility. Others will respond to Jesus because of His love flowing through you (John 13:35).
Oración:
Jesus, allow Your love to flow through me so others can know You and be saved. Amen.