SER COMO UN NIÑO

Y dijo: De cierto os digo, que si no os convertís, y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. —MATEO 18:3

  Cuando Jesús bendijo a los niños, desafió a los adultos a volverse como niños. Oh, volver a ser un niño, permitirnos el tipo de relación con Dios que tal vez nos perdimos cuando éramos niños. A veces necesitamos permitir que el Señor ajuste los lugares dañados de nuestro pasado. Me alegra decir que Dios proporciona los brazos que permiten a los niños adultos escalar como niños y nutrirse de las tragedias de los primeros días. ¿No es agradable entrar en la presencia de Dios y dejar que Él te sostenga en sus brazos? En Dios, podemos volver a ser niños.
  La salvación es Dios dándonos la oportunidad de empezar de nuevo. Él no abusará de los niños que vienen a Él.
  A través de la alabanza, me acerco a Él como un niño pequeño con piernas torpes.

En adoración, beso Su rostro y soy sostenido por la caricia de Su unción.

Él no tiene motivos ocultos, porque Su caricia es segura y saludable. Es muy importante que aprendamos a adorarlo y adorarlo. No hay mejor manera de trepar a Sus brazos. Incluso si estuvo expuesto a situaciones de adultos cuando era niño, Dios puede revertir lo que ha pasado. ¡Él hará que la persona adulta experimente la alegría de ser un niño en la presencia de Dios!

TU VIAJE DE SANACIÓN

Vuélvete como un niño otra vez. ¡Acércate a Dios con adoración abandonada y alabanza exuberante! Cuando recibiste la salvación, te convertiste completamente. Te volviste como un niño otra vez. Aunque tu cuerpo se veía igual, tu espíritu experimentó un renacimiento total. Algunos le han dado a este proceso un título teológico: “nacer de nuevo”. No importa lo que hayas experimentado en tu pasado personal o en tu infancia, el Señor Todopoderoso te ofrece un nuevo comienzo. Recuerda que eres una nueva creación. Lo que pasó ayer no necesita definirse hoy. Si estuvo expuesto a situaciones de adultos cuando era niño, Dios puede revertir sobrenaturalmente el trauma que experimentó. Simplemente necesitas venir ante Él como un niño, indefenso y dependiente, y reconocer tu absoluta necesidad de Él. Lamentablemente, demasiados adultos piensan que están más allá de la necesidad. Esto es especialmente cierto si no estamos experimentando ningún tipo de carencia material o financiera. La verdad es que aquellos de nosotros que creemos que estamos más allá de ser necesitados somos los más necesitados de todos. Simplemente no lo sabemos. La verdad es que un sano sentido de dependencia espiritual nos mantiene vitalmente conectados con Aquel que provee todas las cosas. ¡Esto incluye un nuevo comienzo cada día, porque sus misericordias son nuevas cada mañana!


BECOME LIKE A CHILD

And said, Verily I say unto you, Except ye be converted, and become as little children, ye shall not enter into the kingdom of heaven. —MATTHEW 18:3

When Jesus blessed the children, He challenged the adults to become as children. Oh, to be a child again, to allow ourselves the kind of relationship with God that we may have missed as a child. Sometimes we need to allow the Lord to adjust the damaged places of our past. I am glad to say that God provides arms that allow grown children to climb up like children and be nurtured through the tragedies of early days. Isn’t it nice to toddle into the presence of God and let Him hold you in His arms? In God, we can become children again.
Salvation is God giving us a chance to start over again. He will not abuse the children who come to Him.
Through praise, I approach Him like a toddler on unskillful legs.

In worship, I kiss His face and am held by the caress of His anointing.

He has no ulterior motive, for His caress is safe and wholesome. It is so important that we learn how to worship and adore Him. There is no better way to climb into His arms. Even if you were exposed to grown-up situations when you were a child, God can reverse what you’ve been through. He’ll let the grown-up person experience the joy of being a child in the presence of God!

YOUR HEALING JOURNEY

Become like a child again. Approach God with abandoned worship and exuberant praise! When you received salvation, you were completely converted. You became like a child all over again. Even though your body looked the same, your spirit experienced a total rebirth. Some have given this process a theological title—being “born again.” No matter what you experienced in your personal past or childhood, the Lord Almighty offers you a fresh start. Remember that you are a new creation. What happened yesterday does not need to define today. If you were exposed to grown-up situations as a child, God can supernaturally reverse the trauma that you experienced. You simply need to come before Him as a child—helpless and dependent—and recognize your absolute need for Him. Sadly, too many adults think they are beyond neediness. This is especially true if we are not experiencing any kind of material or financial lack. The truth is, those of us who believe we are beyond being needy are the neediest of all. We just don’t know it. The truth is, a healthy sense of spiritual dependency keeps us vitally connected to the One who provides all things. This includes a fresh start every day, because His mercies are new every morning!