Relaciones rotas

Avosotros cercaos a Dios, y él se acercará a . Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones. Hermanos, no murmuréis los unos de los otros. El que murmura del hermano y juzga a su hermano, murmura de la ley y juzga a la ley; pero si tú juzgas a la ley, no eres hacedor de la ley, sino juez. 
SANTIAGO 4:8, 11 (RV60) 

Hemos sido creados para la relación con los demás. Desde que Adán expresó la necesidad de una compañera, los humanos hemos buscado estar con otros. Pero, independientemente de lo fuerte que sea nuestro deseo de tener relaciones sanas y buenas, puede ser difícil dejar atrás el dolor de una ruptura. Puede ser un divorcio, una madre o una hermana cada vez más distantes o una amiga de toda la vida que, de algún modo, ha acabado convirtiéndose en una rival encarnizada. Para que pueda haber reconciliación, debemos buscar a Dios para que nos guíe. En primer lugar, ora. Entrégate a Dios y niégate a permitir que el enemigo destruya nada más en ti. Después, pregúntale si has cometido algún pecado que haya dañado la relación. Confiésalo, arrepiéntete y déjalo atrás. Y ahora viene la parte más difícil: no hables en contra del otro. No lo calumnies, no lo critiques ni expliques tus problemas con él: así no arreglarás nada. De hecho, puede que lo empeores.


Oración:
Dios Padre, hoy perdonaré en vez de juzgar. Siento los errores que he cometido en esta relación rota. Ayúdame a dejar que tu amor fluya a través de mí y llegue a esas personas con las que tengo problemas. Te pido humildemente reconciliación y restauración.


Broken Relationships

Draw near to God, and he will draw near to you. Cleanse your hands, you sinners, and purify your hearts, you double-minded. Do not speak evil against one another, brothers. The one who speaks against a brother or judges his brother, speaks evil against the law and judges the law. JAMES 4:8, 11 ESV 

We were created for relationship. Since Adam expressed the need for a companion, people have sought fellowship together. But no matter how strong our desire to have healthy, loving relationships, it can be hard to move past the pain of a broken one. It may be a divorce, an estranged sister or mother, or a longtime friend who has somehow become a bitter rival. In order for reconciliation to take place, we must look to God for direction.


First, pray. Submit yourself to God and refuse to allow the enemy any further destruction. Next, ask him what sin, if any, you have committed to contribute to the dissent. Confess it, repent, and let it go. Now comes the hard part: don’t speak out against them. Don’t slander or gossip or share your grievance; it won’t make things better. In fact, it only makes things worse.


Prayer:
Father God, I extend forgiveness today instead of judgment. I am sorry for my part in this broken relationship. Help me to let your love flow through me and onto those with whom I am at odds. I humbly ask you for reconciliation and restoration.