Debido a nuestra fe, Cristo nos hizo entrar en este lugar de privilegio inmerecido en el cual ahora permanecemos, y esperamos con confianza y alegría participar de la gloria de Dios. ROMANOS 5:2 (NTV)
Te pones a la cola, pides el café que tanto necesitas para empezar el día y oyes que el dependiente te dice: «La persona que iba delante de ti ha dejado pagado tu café». Esta generosidad inesperada produce en ti una gratitud que te conmueve, y el día ahora está lleno de la presencia de Dios. Puede que un desconocido haya sido el medio a través del cual has recibido este regalo, pero la inspiración que ha habido tras su acto es inconfundible: Dios.
Dios es el autor de la generosidad y nos provee de todo lo que necesitamos. ¡Fíjate en todo lo que les dio a Adán y Eva y lo poco que exigió a cambio! Ellos estuvieron en su presencia cada día y disfrutaron de una relación auténtica con su Padre. E incluso cuando comieron lo que sabían que no debían comer, Dios les ofreció redención.
Oración:
Dios, sé que he pecado y que merezco la muerte. ¡Gracias por Cristo, mi abundante provisión! Tú me bendices en cada uno de mis días, lo reconozca o no. ¡Me ofreces tu amor en porciones más que suficientes! Te estoy muy agradecida por tu generosidad.
Provision
Because of our faith, Christ has brought us into this place of undeserved privilege where we now stand, and we confidently and joyfully look forward to sharing God’s glory. ROMANS 5:2 NLT
Pull up to the drive-through, place an order for the coffee that will help start the day, and hear the cashier’s words, “Your order was paid for by the car in front of you.” This unexpected generosity gives birth to humbling gratitude, and the day is now overcome with God’s presence. A stranger may have been the instrument of kind provision, but the inspiration is unmistakable.
God is the author of generosity, providing us with all we need. Look at all he gave to Adam and Eve, and how little he asked for in return! They walked in his presence daily, enjoying authentic relationship with their Father. Even when they ate what they knew they shouldn’t, God provided atonement for them.
Prayer:
God, I know I have sinned and deserve death. Thank you for Christ, my substantial provision! You bless me each and every day, whether I acknowledge it or not. You work your love out for me in generous portions! I am so grateful for your generosity.