Romanos 8:15 RVR1960 Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!
Mi amiga Anne se enteró de que fue adoptada cuando estábamos en la escuela primaria. La madre biológica de Anne no tenía los medios para cuidarla y la dio en adopción porque amaba mucho a Anne. Fue bendecida con amorosos padres adoptivos que habían orado por ella durante años.
Anne siempre se preguntó cómo su madre biológica podía entregarla a otra persona. Cuando llegó a la adolescencia, comenzó a comprender que su madre biológica no se encontraba en un buen lugar en su vida en el momento de su nacimiento y que estaba tratando de hacer lo mejor para ella.
Siempre anheló conocer a su padre biológico, pero cuando intentó encontrarlo, descubrió que había fallecido unos años antes. Nunca conoció a su padre biológico y eso dejó un gran vacío en su corazón. Desarrolló miedo al amor debido a sus propias experiencias de vida. Siempre tuvo miedo de que la gente la dejara si ella los amaba.
Jesús nos recuerda que una vez que hemos recibido Su Espíritu Santo, Él nos ha adoptado. Él es nuestro Salvador. Él es nuestro hermano mayor. Jesús tiene más amor por nosotros del que jamás podríamos imaginar. Somos sus hijos. Es el mejor padre que podríamos pedir.
Oración:
Padre, te doy gracias por adoptarme en Tu Reino. Aunque a veces pueda sentir que los demás no me aman, sé que Tu amor es incondicional.
A daughter’s prayer
“The Spirit you received does not make you slaves, so that you live in fear again; rather, the Spirit you received brought about your adoption to sonship. And by him, we cry, ‘Abba, Father.’” Romans 8:15 (NIV)
My friend, Anne, found out that she was adopted when we were in elementary school. Anne’s birthmother didn’t have the means to care for her, and she put her up for adoption because she loved Anne so much. She was blessed with loving adoptive parents who had prayed for her for years.
Anne always wondered how her birthmother could give her away to someone else. As she reached her teenage years, she began to understand that her birthmother was not in a good place in her life at the time of her birth, and she was trying to do what was best for her.
She always longed to know her birthfather, but when she tried to find him, she found out he had passed away a few years before. She never knew her birthfather, and it left a huge hole in her heart. She developed a fear of love becausee of her own life experiencees. She was always scared that people would leave her if she loved them.
Jesus reminds us that once we have received His Holy Spirit, He has adopted us. He is our Savior. He is our elder Brother. Jesus has more love for us than we could ever imagine. We are His children. He is the best father we could ever ask for.
Prayer:
Father, I thank You for adopting me into Your Kingdom. Even though I may feel unloved by others at times, I know Your love is unconditional.