OBEDIENCIA A LOS ESTÍMULOS DE DIOS

Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. GÁLATAS 5:16

Si sentimos que el Señor nos mueve en una dirección particular o nos lleva a hacer algo específico, no intentemos razonar. Por supuesto, siempre es importante probar de dónde proviene lo que nos estimula (1 Juan 4:1). Como indica el versículo de hoy, si nuestros deseos son pecaminosos sabemos que no provienen del Espíritu Santo, y viceversa.

Pero siempre podemos tener seguridad si andamos por el Espíritu, si vivimos cada momento dependiendo del Espíritu Santo y siendo sensibles a su voz y obedientes a lo que pide que hagamos. A medida que cada día avanza, escuchemos al Padre hablándonos, y cuando lo haga, obedezcámosle. Por ejemplo, podemos sentir el impulso de huir de algo que nos tienta a caer en pecado, podemos vernos obligados a contactar y animar a alguien que está herido, o podemos sentirnos guiados a hacer algo excepcionalmente inesperado por un extraño. Hagámoslo.

Todas estas son maneras en que Dios nos incita a actuar en su voluntad. Simplemente hagamos lo que nos pide, aunque no comprendamos la razón. Nuestro Padre sabe cómo dirigirnos en la mejor forma posible; así que confiemos en Él y sigamos adelante.

Oración:
Espíritu Santo, dirige todos mis pasos hoy. Abre mis oídos a tus indicaciones y tu dirección para que pueda glorificar al Salvador. Amén


OBEYING HIS PROMPTINGS

Walk by the Spirit, and you will not carry out the desire of the flesh. GALATIANS 5:16


When you sense the Lord is moving you in a particular direction or to do something specific, don’t try to reason it out. Of course, it is always important to test where your impulses are coming from (1 John 4:1). As today’s verse instructs, if your desires are sinful, you know they aren’t coming from the Holy Spirit—and vice versa.

But you can always be confident walking by the Spirit—living each moment in dependence on the Holy Spirit, sensitive to His voice, and obedient to His promptings. As you go throughout each day, listen for the Father to speak to you; and when He does, obey Him. For example, you may feel convicted to flee from something that is tempting you to sin, you may be compelled to contact and encourage someone who is hurting, or you may feel led to do something unusually kind for a stranger. Do it.

These are all ways God compels you to act in His will. Just do as He tells you to do—even when you don’t understand why. Your Father knows how to direct you in the best way possible, so trust Him and go forward.

Prayer:
Holy Spirit, direct all my steps today. Open my ears to Your prompting and direction, that I may glorify the Savior. Amen.