Nuestros Deseos

Gálatas 5:16-18
Así que les digo: Vivan por el Espíritu, y no seguirán los deseos de la naturaleza pecaminosa. Porque esta desea lo que es contrario al Espíritu, y el Espíritu desea lo que es contrario a ella. Los dos se oponen entre sí, de modo que ustedes no pueden hacer lo que quieren. Pero, si los guía el Espíritu, no están bajo la ley.

Está version NVI traduce claramente lo que el Apóstol Pablo quiere enseñarnos que si caminamos en esa búsqueda asidua del Señor por consiguiente no vamos a satisfacer los deseos de la carne.

El Espíritu y la carne son contrarios, opuestos e irreconciliables.

Si yo “alimento” al Espíritu voy a “desnutrir” a los deseos pecaminosos. Si, por el contrario me dejo llevar por los malos deseos, el Espíritu disminuirá su influencia en mi vida.

Cuanto más alimentemos nuestra vida espiritual más alejados estaremos del pecado. Pero, lastimosamente también es verdad lo contrario.

La santidad práctica es el resultado de una acción: “andar en el Espíritu”.

¿Y como andamos en el espíritu?

La santificación es una obra que viene de Dios, pero aún así somos responsables en buscarla, desearla y practicarla.

No podemos acomodar o mezclar los principios de Dios con aquellos de la carne. Son agua y aceite. De hecho, son mutuamente excluyentes. Pero a nosotros nos gusta pensar distinto. Seamos honestos. Queremos seguir arrastrando nuestra manera de vivir y de pensar. Pensamos que no estamos tan mal. Pensamos que sabemos más que Dios y en nuestra mente logramos convencernos. El Espíritu desea lo contrario a la carne y viceversa. No hay punto medio. No podemos hacer nada al respecto. No es que sea exagerado. Simplemente así lo dice El Señor Jesús.

Ahora, ¿de qué te sirve entender y vivir bajo este principio? Piensa en esto: si alguien te ha causado un mal, ¿Es mejor guardarle rencor y buscar venganza o pedir al Señor que ponga perdón en tu corazón y poder tener paz? Si ahora estás tranquilo y nadie te ha hecho nada, fácilmente optarás por la segunda opción. Pero espera al momento en que te lastimen y verás con qué facilidad los deseos de venganza surgen y con qué poco ánimo quieres perdonar. La diferencia entre una opción y la otra no son fáciles de detectar en cuanto a sus consecuencias pues son meramente internas. Solamente tú podrás experimentar la paz que trae el Espíritu Santo a tu vida al pedir que te llene de perdón y quite los deseos de venganza de tu vida, versus mantener en tu interior todas esas raíces de enojo, odio y corajes. ¿Alguna vez te has dado cuenta de cómo la furia te consume por dentro? ¿Has notado cómo tomas decisiones incorrectas por dejar que tus impulsos tomen control? Dios te ama. Quiere que tu vida sea llena de bendiciones y quiere prevenirte de aquello que te destruye. Por esta razón nos enseña lo que es seguir a la carne contra seguir a Su Espíritu

Pidamos al Espíritu Santo que nos de lo que está en su corazón:

Filipenses 2:13

pues Dios es quien produce en ustedes tanto el querer como el hacer para que se cumpla su buena voluntad.

Esta es la tarea de Dios a través de Su Espíritu Santo en nosotros.   El querer y el hacer no se trata de nuestras propias fuerzas.  Cuando reflejamos la misma humildad de Cristo (Filipenses 2:5-8) y estamos viviendo en Su gracia, entonces estamos dejando que Dios tenga tanta influencia sobre nuestras vidas que nosotros vamos a querer hacer Su voluntad. 

Necesitamos humillarnos y acercarnos a Dios a través de leer y meditar en Su Palabra, a través de la oración, a través de la comunión con hermanos en la fe, a través de escuchar predicaciones de La Palabra, etc.   Necesitamos tener una vida constante de adoración, confesión, y agradecimiento. Y cuando dejamos que El Espíritu Santo guíe nuestras vidas, vamos a querer hacer Su voluntad. Su voluntad es nuestro gozo.  Te animó, se lleno del Espíritu Santo y vas a querer hacer Su voluntad; y asi sus deseos serán nuestros deseos.

Preguntas para Concluir:

▪︎¿Estás permitiendo que tus amistades o tu trabajo te distraigan, y te estas apartando, poco a poco de tener una continua busqueda de Su Presencia ?

▪︎¿Estas teniendo una continua lucha con los deseos de tu carne y anhelas ser libre de todo lo que te aparta del Señor, de vivir en Su Presencia?

Oración:
Amado Espíritu Santo! Nos rendimos ante ti; abrimos nuestro corazón  para ser llenos de tu presencia y poder vencer los deseos de la carne en nuestras vidas;  como hijos tuyos  buscamos la santidad y la vivimos por amor a ti mi Rey;  tomamos la decisión de  alinearnos a tus deseos para llevar acabo  tu voluntad en nuestras vidas y familia; en el nombre de Jesús, Amen!


Our wishes

Galatians 5: 16-18

So I tell you: Live by the Spirit, and you will not follow the desires of the sinful nature. Because it wants what is contrary to the Spirit, and the Spirit wants what is contrary to it. The two of you are opposed to each other, so you cannot do what you want. But if the Spirit leads them, they are not under the law.

This NIV version clearly translates what the Apostle Paul wants to teach us that if we walk in this assiduous search for the Lord, therefore, we will not satisfy the desires of the flesh.

The Spirit and the flesh are contrary, opposite and irreconcilable.

If I “feed” the Spirit I will “malnourish” sinful desires. If, on the contrary, I allow myself to be carried away by bad desires, the Spirit will lessen its influence in my life.

The more we nourish our spiritual life the further away we will be from sin. But, unfortunately, the opposite is also true.

Practical holiness is the result of an action: “walking in the Spirit.”

And how do we walk in the spirit?

Sanctification is a work that comes from God, but we are still responsible to seek it, desire it, and practice it.

We cannot accommodate or mix the principles of God with those of the flesh. They are water and oil. In fact, they are mutually exclusive. But we like to think differently. Let’s be honest. We want to continue dragging our way of living and thinking. We think we are not so bad. We think that we know more than God and in our mind we manage to convince ourselves. The Spirit desires the opposite of the flesh and vice versa. There is no middle ground. We can’t do anything about it. Not that it’s exaggerated. Simply so says The Lord Jesus.

Now, what is the use of understanding and living by this principle? Think about this: if someone has caused you harm, is it better to hold a grudge and seek revenge or ask the Lord to put forgiveness in your heart and be able to have peace? If you are now calm and no one has done anything to you, you will easily opt for the second option.

But wait for the moment when they hurt you and you will see how easily the desires for revenge arise and with how little courage you want to forgive. The difference between one option and the other is not easy to detect in terms of its consequences as they are purely internal. Only you will be able to experience the peace that the Holy Spirit brings into your life by asking him to fill you with forgiveness and remove the desires for revenge from your life, versus keeping all those roots of anger, hatred and anger within you. Have you ever noticed how anger consumes you inside? Have you noticed how you make the wrong decisions by letting your impulses take over? God loves you. He wants your life to be full of blessings and he wants to prevent you from what destroys you. For this reason he teaches us what it is to follow the flesh versus following His Spirit.

Let us ask the Holy Spirit to give us what is in his heart:

Philippians 2:13

for God is the one who produces in you both the will and the doing so that his good will is fulfilled.

This is the task of God through His Holy Spirit in us. Wanting and doing is not about our own strength. When we reflect the very humility of Christ (Philippians 2: 5-8) and are living in His grace, then we are letting God have so much influence over our lives that we are going to want to do His will.

We need to humble ourselves and draw closer to God through reading and meditating on His Word, through prayer, through communion with brothers in the faith, through listening to preaching of The Word, etc. We need to have a constant life of worship, confession, and gratitude. And when we let the Holy Spirit guide our lives, we will want to do His will. His will is our joy. He encouraged you, be filled with the Holy Spirit and you will want to do His will; and so your wishes will be our wishes.

Questions to conclude:

▪︎Are you allowing your friends or your work to distract you, and are you gradually withdrawing from having a continuous search for His Presence?

▪︎Are you having a continuous struggle with the desires of your flesh and do you yearn to be free from everything that separates you from the Lord, to live in His Presence?

Prayer:
Beloved Holy Spirit! We surrender to You; we open our hearts to be filled with Your presence and to be able to overcome the desires of the flesh in our lives; as Your children we seek holiness and we live it out of love for You my King; we make the decision to align ourselves with Your wishes to carry out Your will in our lives and family; In the name of Jesus, amen!