Mateo 12:43-45
Cuando un espíritu maligno sale de una persona, va al desierto en busca de descanso, pero no lo encuentra. Entonces dice: “Volveré a la persona de la cual salí”. De modo que regresa y encuentra su antigua casa vacía, barrida y en orden. Entonces el espíritu busca a otros siete espíritus más malignos que él, y todos entran en la persona y viven allí. Y entonces esa persona queda peor que antes. Eso es lo que le ocurrirá a esta generación maligna.
En este capítulo podemos ver que Jesús después de condenar a esta generación perversa e incrédula, les habla del peligro que corre un corazón vacío que no se deja llenar de la gloria de Dios.
La oposición hacia el ministerio de Jesús había experimentado todas las formas posibles ya que aquellos fariseos y escribas habían murmurado en su contra, habían planeado la forma de como deshacerse de él y por último atribuían a Satanás el poder que habitaba en Jesús para sanar y echar fuera demonios. Lo habían acusado de tener un demonio dentro de sí, pero todo lo contrario, porque en su persona habitaba el Poder del Espíritu Santo por medio de quien hablaba y realizaba todos sus prodigios y señales.
Eso es lo que dice la palabra en:
Lucas 4:18
“El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos”.
Paradójicamente resulta que estos hombres que acusaban a Jesús de tener un demonio eran los que posiblemente estaban poseídos y no por uno, sino por varios ya que sus corazones se encontraban vacíos y secos, el lugar preferido para que estos espíritus inmundos habiten.
Lo curioso de esta historia es que en la parábola Jesús hace referencia del corazón como una casa.
Nuestro corazón es la casa del, el trono de Dios, que un día tuvo que ser purificado por Dios para que su Espíritu Santo habitara en él.
Más cuando alguien decide separarse de Dios, y pretender vivir en este mundo separado de Jesús, el corazón está sucio, desordenado, y vuelve a ser un lugar de habita para los espíritus malignos que un día fueron expulsados, y aún para los otros sietes que vienen en compañía como dice la palabra.
¡Si crees que esta es la condición de tu corazón, recuerda que hay uno que puede limpiarlo, permita que Jesús hoy limpie tu corazón, tu vida y tu familia con su palabra y su Santo Espíritu!
Oración:
Amado Dios, hoy me rindo a ti, reconozco mi pecado, te pido perdón, que me limpies y que purifiques mi corazón que es tu casa, para que puedas habitarlo y hacer de mí conforme tu voluntad, en el nombre de Jesús, amén.
“Don’t leave the house alone”
S
Matthew 12: 43-45
When an evil spirit leaves a person, he goes to the desert in search of rest, but cannot find it. He then he says: “I will go back to the person I came from.” So he returns to find his old house empty, swept, and in order. Then the spirit looks for seven other spirits more evil than himself, and they all enter the person and live there. And then that person is worse off than before. That is what will happen to this evil generation.
In this chapter we can see that Jesus, after condemning this perverse and incredulous generation, speaks to them of the danger of an empty heart that does not allow itself to be filled with the glory of God.
The opposition to the ministry of Jesus had experienced all possible forms since those Pharisees and scribes had murmured against him, had planned the way to get rid of him and finally attributed to Satan the power that lived in Jesus to heal and cast out hell. They had accused him of having a demon within himself, but quite the opposite, because in his person the Power of the Holy Spirit dwelt through whom he spoke and performed all the wonders and signs of him.
That’s what the word says in:
Luke 4:18
“The Spirit of the Lord is upon me, because he has anointed me to bring good news to the poor; he has sent me to heal the brokenhearted; to proclaim liberty to the captives, and sight to the blind; to set the oppressed free ”.
Paradoxically, it turns out thatd these men who accused Jesus of having a demon were the ones who were possibly possessed and not by one, but by several since their hearts were empty and dry, the preferred place for these unclean spirits to inhabit.
The curious thing about this story is that in the parable Jesus refers to the heart as a house.
Our heart is the house of God, the throne of God, which one day had to be purified by God so that his Holy Spirit would dwell in it.
Even more so when someone decides to separate from God, and pretend to live in this world separated from Jesus, the heart is dirty, disordered, and it is once again a dwelling place for the evil spirits that one day were expelled, and even for the other sevens that they come in company as the word says.
If you believe that this is the condition of your heart, remember that there is one who can cleanse it, allow Jesus today to cleanse your heart, your life and your family with his word and his Holy Spirit!
Prayer:
Dear God, today I surrender to you, I acknowledge my sin, I ask your forgiveness, that you cleanse me and that you purify my heart that is your home, so that you can inhabit it and make me according to your will, in the name of Jesus, amen.