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Sé que estos días de ayuno te haz esforzado para que Dios te muestre y saque lo que con tus propios ojos, no podías ver.
Ahora es tiempo de llenura, de que te embriagues y nades en las aguas del espíritu.
1-Dale un lugar al Espíritu Santo.
2-Es momento de adoración.
3-Y pídele que llene cada vacío en ti.
¡Y prepárate para ver su Gloria!
Hechos 7:55
Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, fijos los ojos en el cielo, vio la gloria de Dios, y a Jesús de pie a la diestra de Dios.
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