Clamaron a ti, y los salvaste; confiaron en ti y nunca fueron avergonzados.
Salmos 22:5
No se nos promete una vida sin dolor. ¡No existe tal cosa! Cuando enfrentamos pruebas y circunstancias que se oponen a nuestras esperanzas y expectativas, ¿Qué hacemos con la desesperación que sentimos? Podemos acudir a Dios con todo, incluyendo nuestros miedos, ansiedades y dudas. No hay experiencia humana que esté fuera del entendimiento de Jesús y ninguna situación que esté fuera del alcance de Dios. ¿Cuándo fue la última vez que clamaste a Dios desde un lugar desesperado? ¿Has sido honesto con Dios y contigo mismo? No te detengas; quizás descubras que, en su fidelidad, no te defraudará.
Oración:
Mi Dios fiel, hoy vengo a ti con el corazón abierto. Deja que tu luz brille sobre los lugares que te he mantenido ocultos; Clamo desde lo más profundo de mi alma que me rescates. Encuéntrame en medio de mi desorden, poniendo orden en mi caos. Mi confianza está en ti, en el nombre de Jesús ¡Amén!
Delivered
Every time they cried out to you in their despair, you were faithful to deliver them; you didn’t disappoint them. PSALM 22:5
We are not promised a pain-free life. No such thing exists! When we face trials and circumstances that oppose our hopes and expectations, what do we do with the desperation we feel? We can come to God with everything, including our fears, anxieties, and doubts. There is no human experience that is outside of Jesus’ understanding and no situation that is out of God’s reach. When was the last time you cried out to God from a desperate place? Have you been honest with God and yourself? Don’t hold back; you may just find that, in his faithfulness, he will not disappoint you.
Prayer:
Faithful One, I come to you with an open heart today. Let your light shine on the places I have kept hidden from you; I cry out from the depths of my soul for you to rescue me. Meet me in the middle of my mess, bringing order to the chaos. I trust you.