Léelo con sentimiento

«¡Nosotros somos simples seres humanos, tal como ustedes!».
HECHOS 14:15 (NTV)


El problema al estudiar cualquier pasaje conocido es que rara vez nos detenemos lo suficiente como para procesar realmente lo que debieron sentir las personas que aparecen en esos relatos. ¿Por qué habríamos de hacerlo? Ya sabemos lo que sucede al final. Que Dios gana.


Por desgracia, esa familiaridad con las Escrituras a menudo nos priva de su riqueza y aplicabilidad a nuestras propias vidas. Por ejemplo, no solemos pensar en el miedo que debió sentir David cuando se enfrentó a Goliat, porque sabemos desde un comienzo que sale victorioso. Del mismo modo, pasamos por alto la frustración, el arrepentimiento, el aislamiento y la tensión física que Moisés debió experimentar al huir de Egipto hacia el implacable desierto. Al fin y al cabo, pasó a la historia como un héroe.

No obstante, cuando te acerques a la Palabra de Dios, recuerda que el pueblo no sabía cuál sería el final de su historia, igual que tú no lo sabes hoy. Si lees lo que sucede pero no tienes en cuenta lo que ellos debieron experimentar y sentir, pierdes algunas de las ideas más ricas de la historia. Eran personas falibles como nosotros, llenas de preguntas, dudas, temores y desafíos. Así que haz lo posible por ponerte en su lugar, y luego imagina lo que fue para ellos ver a Dios manifestarse.


Oración:
Jesús, gracias por obrar a través de personas como yo y por animarme mediante sus testimonios. Amén.


Read It with Feeling

“We are merely human beings—just like you!”
ACTS 14:15 NLT


The problem with studying any familiar passage is that we rarely slow ourselves down long enough to really process what the individuals in those accounts must have felt. Why should we? We know what happens in the end. God wins.

Unfortunately, this familiarity with the Scriptures often robs us of its richness and applicability to our own lives. For example, we don’t often consider the fear David must have felt when he faced Goliath because we know from the outset that he comes out the victor. Likewise, we miss the frustration, regret, isolation, and physical strain Moses must have experienced as he fled from Egypt into the unforgiving wilderness. After all, he goes down in history as a hero.

But as you approach God’s Word, remember that the people didn’t know what the end of their story would be, just like you don’t today. If you read what happens but neglect to consider what they must have experienced and felt, you lose some of the richest insights of the story. They were fallible people like us, full of questions, doubts, fears, and challenges. So do your best to put yourself in their sandals, and then imagine what it was like for them to see God come through.


Prayer:
Jesus, thank You for working through people like me and for encouraging me through their testimonies. Amen.