La Armadura

Salmos 91:4
Con sus plumas te cubrirá y con sus alas te dará refugio. Sus fieles promesas son tu armadura y tu protección.
Todo guerrero sabe que no está listo para la batalla hasta que se pone la armadura. En Efesios, Pablo nos motiva a ponernos toda la armadura de Dios, no sólo cuando nos sentimos débiles, sino todos los días. Antes de que nuestros pies en el piso por la mañana, nos debemos blindar por medio de la oración.

El cinturón de la verdad nos recuerda quiénes somos en Cristo. La coraza de la justicia protege nuestros corazones mientras nos esforzamos por tomar decisiones que honran a Dios. El calzado de paz nos da una tranquilidad en todas partes. El escudo de fe nos ayuda a confiar en Dios, sin importar nuestras circunstancias. El yelmo de la salvación mantiene fuera las distracciones de Satanás y nos da una mente sana. Leyendo la Biblia, nuestra espada del espíritu nos ayuda a hablar la verdad y vida sobre cada situación.

Cada pieza de armadura es crucial para protegernos del daño, pero todavía necesitamos otra cosa para estar completamente listos para la batalla. Los guerreros no se van solos a la batalla , porque ellos reconocen que son más fuertes juntos. De manera similar, no estamos destinados a participar en una guerra espiritual sin la cobertura de una iglesia y nuestra unidad a ella.

Cuando usted deja a su guardia abajo y deja que los demás lo conozcan a usted, forja un vínculo especial. No lo  dejarán vencer, quedarse en casa deprimido, o menospreciarse. Cuando haya perdido toda fuerza, le ayudarán a levantarse. Cuando no tengas las palabras, ellos reprenderán al enemigo y lucharán en tu nombre. Fuimos diseñados para enlazar los brazos y luchar juntos, así que no se aísle. Únete a tu líder de tu grupo de conexión y cada uno de los miembros que esta en el grupo. Porque la batalla es real, y el enemigo ronda como un león rugiente buscando a alguien a quien devorar.

Con Dios, no necesitamos temer. En lugar de eso, ¡que la guerra lo motive! Que despierte al poder de Dios y lo que Él está listo para hacer por medio de usted. Vea los ataques como una confirmación del propósito de Dios para su vida. No se confunda ni se abrume. Motívese y anímese. ¡Estamos saqueando el infierno y poniendo en libertad a los cautivos! Así que, continúe en la palabra de Dios. Tome los pensamientos cautivos. Adoren como nunca antes. Oren sin cesar. Póngase la armadura de Dios. Esté siempre unido a la iglesia. ¡Usted está en en frente de la batalla, así que escuchemos su grito de batalla! ¡porque es hora de luchar! ¡A luchar! ¡A luchar como un guerrero del Reino de Dios!

Oración:
Amado Espíritu Santo en el nombre de Jesús nos colocamos tu armadura para pelear en contra de las asechanzas del enemigo, creyendo que en ti estamos seguros, hoy somos uno como cuerpo de Cristo, nos levantamos unos a otros por que tú eres nuestro guía y maestro; adiestranos para la batalla para poder ser guerreros valientes y esforzados, que establecemos tu reino y justicia aquí en la tierra, en el nombre de Jesús. ¡Amén!


The Armor

Psalm 91:4

It will cover you with its feathers and give you shelter with its wings. His faithful promises are your armor and your protection.

Every warrior knows he isn’t ready for battle until he puts on the armor. In Ephesians, Paul motivates us to put on the whole armor of God, not only when we feel weak, but every day. Before our feet are on the floor in the morning, we must be shielded by prayer.

The belt of truth reminds us who we are in Christ. The shell of justice protects our hearts as we strive to make decisions that honor God. Peace shoes give us peace of mind everywhere. The shield of faith helps us to trust God, regardless of our circumstances. The helmet of salvation keeps out Satan’s distractions and gives us a healthy mind. By reading the Bible, our sword of spirit helps us to speak the truth and life about every situation.

Every piece of armor is crucial to protecting us from damage, but we still need something else to be completely ready for battle. Warriors do not go to battle alone, because they recognize that they are stronger together. Similarly, we are not destined to engage in spiritual warfare without the coverage of a church and our unity with it.

When you leave your guard down and let others know you, you forge a special bond. They won’t let you beat, stay at home depressed, or be belittled. When you have lost all strength, they will help you get up. When you do not have the words, they will rebuke the enemy and fight in your name. We were designed to link your arms and fight together, so don’t isolate yourself. Join your Connect Group Leader and each member in the group. Because the battle is real, and the enemy rounds like a roaring lion looking for someone to devour.

With God, we don’t need to fear. Instead, let the war motivate you! May it awaken to the power of God and what He is ready to do through you. See the attacks as a confirmation of God’s purpose for your life. Don’t be confused or overwhelmed. Get motivated and encouraged. We are pillaging hell and freeing the captives! So, continue in the word of God. Take captive thoughts. Love like never before. Pray without ceasing. Put on the armor of God. Always be attached to the church. You are in front of the battle, so let’s listen to your battle cry! because it’s time to fight! Fight! To fight like a warrior of the Kingdom of God!

Prayer:
Beloved Holy Spirit, in the name of Jesus we place your armor to fight against the attacks of the enemy, believing that in you we are safe, today we are one as the Body of Christ, we raise up each other because you are our guide and teacher; Train us for battle so that we can be brave and hard-working warriors, who establish your kingdom and justice here on earth, in the name of Jesus. Amen!