Hambre de la Palabra

No te ha pasado en algún momento, en los que lees un pasaje de la Biblia, y uno de los versículos realmente te toca, y empieza a adquirir un significado en tu vida que no habías visto hasta ese momento. ¡Es algo tan precioso!

Dios dijo a través del profeta Amós: “He aquí vienen días, dice Jehová el Señor, en los cuales enviaré hambre a la tierra, no hambre de pan, ni sed de agua, sino de oír la palabra de Jehová” (Amós 8:11).

No sé tú, ¡pero yo quiero más de Su Palabra viva!

Él anhela que hagas de la Palabra de Dios tu pan diario, y que te deleites en leerla y en meditarla. 

Si te cuesta leerla de manera habitual, te quiero dar 3 consejos:

Primero, no te sientas condenado(a). Dios no te obliga a leer la Biblia, ni eres un mal cristiano por no leerla tan a menudo como te gustaría. 

Segundo, es una invitación: No es una obligación, sino una invitación que Dios te extiende para descubrir los tesoros que ha preparado para ti en Su Palabra. Él tiene cosas preciosas reservadas para ti, que cambiarán tu vida por completo. 

Y tercero, “hazlo simple”:
Empieza por algo sencillo que puedas hacer a diario, como por ejemplo leer 5 minutos cada día de un libro de la Biblia que escojas, y dedicar un rato a intentar profundizar en el significado de ese pasaje. Pequeñas acciones repetidas a diario crean un cambio enorme en nuestras vidas. 

Sí, Dios te invita a experimentar el poder de Su Palabra en este día. 

Oración:
¡Amado Dios! Queremos más de ti, más de tus palabras, más de tu consejo, desata en nosotros el hambre por ella, queremos experimentar el cambio en nuestras vidas, poder meditar de día y de noche, descubrir los tesoros que aún no se nos han revelado y así conocerte más, en el nombre de Jesús, ¡Amén!


Hunger for the Word

Has it happened to you where at some moment, when you are reading a passage of scripture, one of the verses really impacts you, and it begins to have a significance in your life that you haven’t seen up until this moment. It’s a precious thing!

God spoke through the prophet Amos: ““The days are coming,” declares the Sovereign Lord, “when I will send a famine through the land— not a famine of food or a thirst for water, but a famine of hearing the words of the Lord”

(Amos 8:11).

I don’t know about you, but I want more of His Word alive!

He longs that you make his Word your daily bread, and that you delight in reading it and meditating in it.

If it is challenging to read scripture regularly for you, here are three pieces of advice:

Firstly, do not feel condemned. God does not obligate you to read the Bible, and you are not a bad Christian if you do not read it as often as you’d like.

Secondly, it is an invitation: It is  not an obligation, but rather an invitation that God extends to you to discover the treasures that He has prepared for you in His Word. He has precious things reserved for you, which will change your life completely.

Thirdly, “keep it simple:” Begin with something simple that you can read daily; for example, reading 5 minutes per day in a book of the Bible of your choice, and dedicating some time to attempt to deepen the meaning of the passage. Small repeated actions done daily create a great change in our lives.

Yes, God is inviting you to experience the power of His Word in this day.

Prayer:
Beloved God! We want more of You, more of Your words, more of Your advice. Unleash in us the hunger for these things; we want to experience the change in our lives, to be able to meditate from day until night, discovering the treasures that have yet to be revealed to us and to know You more; in the name of Jesus, amen!