Pero Dios es tan rico en misericordia y nos amó tanto que, a pesar de que estábamos muertos por causa de nuestros pecados, nos dio vida cuando levantó a Cristo de los muertos. (¡Es solo por la gracia de Dios que ustedes han sido salvados!) […] Dios los salvó por su gracia cuando creyeron. Ustedes no tienen ningún mérito en eso; es un regalo de Dios. La salvación no es un premio por las cosas buenas que hayamos hecho, así que ninguno de nosotros puede jactarse de ser salvo. EFESIOS 2:4-5, 8-9 (NTV)
No hay mejor enseñanza sobre la gracia maravillosa de Dios que sus propias palabras. Cuando el impacto de su gracia te ha salvado, estas palabras tienen un efecto especialmente potente y conmovedor. No hemos hecho nada pero, aun así, lo tenemos todo. Estábamos muertos, pero ahora tenemos vida. No hemos pagado con dinero, carne o esclavitud. Simplemente hemos creído.
No podemos presumir de nuestra salvación, pero sí que podemos cantar con el corazón henchido de agradecimiento por este regalo maravilloso. Cantar mucho, y con fuerza, porque la gracia es el único regalo que necesitaremos. Y podemos compartirla sin perder siquiera un ápice de nuestra porción. Se multiplica una y otra vez, siempre que estemos dispuestas a extenderla a los demás. Sabemos sin lugar a duda que su gracia es suficiente para nosotros. ¡Lo ha sido desde el mismísimo momento en el que creímos!
Oración:
Gracias, Dios, por tu regalo inmerecido de la gracia. Estoy maravillada ante ti.
Sufficient Grace
God is so rich in mercy, and he loved us so much, that even though we were dead because of our sins, he gave us life when he raised Christ from the dead. (It is only by God’s grace that you have been saved!)… God saved you by his grace when you believed. And you can’t take credit for this; it is a gift from God. Salvation is not a reward for the good things we have done, so none of us can boast about it. EPHESIANS 2:4-5, 8-9 NLT
There is no greater education in the amazing grace of God than his own words. When the impact of his grace has saved you, these words have a particularly powerful and humbling effect. We have done nothing, yet we have everything.
We were dead but now we have life. We didn’t pay with
money, flesh, or enslavement. We just believed.
We cannot boast in our salvation, but we can sing praises from the rafters for this amazing gift. Sing long and loud, for grace is the one and only gift we will ever need. And we can share it, without losing an ounce of our portion. It multiplies over and over, as long as we are willing to give it away. We know beyond a shadow of doubt that his grace is sufficient for us. It has been from the moment we first believed!
Prayer:
Thank you, God, for your undeserved gift of grace. I am in awe of you.