Examíname, oh SEÑOR, y pruébame; escudriña mi mente y mi corazón. SALMOS 26:2
Dios es capaz de satisfacer tus necesidades y está dispuesto a hacerlo. Así que el hecho de que tengas algunos desafíos sin resolver puede dejarte preguntándote qué está pasando. Debes entender que el Señor siempre cumple sus promesas y quiere ayudarte; por tanto, siempre es una práctica sabia preguntarte: ¿Qué puedo estar haciendo que impida que Dios resuelva este asunto en mi vida?
Esta pregunta no es para causarte falsa culpa o frustración. Más bien, tiene la intención de impulsarte a buscar al Señor, permitirle que examine tu vida y aprobar lo que Él te muestre. Después de todo, no hay fuerza externa que pueda interponerse cuando Dios decide actuar a tu favor. Si hay un obstáculo, pueden ser actitudes o hábitos a los que te estás aferrando los que bloqueen sus bendiciones. Tal vez Él te ha dado una instrucción que no has seguido, o simplemente sus tiempos son diferentes a los tuyos. Incluso podría ser que el Padre te esté entrenando para mayores responsabilidades a través del tiempo de espera.
Por tanto, examina tu corazón y confía en Él para que te revele lo que necesitas saber cada vez que enfrentes desafíos y tiempos de incertidumbre.
Oración:
Jesús, examíname y guíame para que pueda caminar siempre a tu lado. Amén.
Examine Within
Examine me, O LORD, and try me; test my mind and my heart.
PSALM 26:2
God is both able to meet your needs and willing to do so. So the fact that you have some unsolved challenges may leave you wondering what is going on. Understand that the Lord always lives up to His promises and wants to help you, so it is always a wise practice to ask, What may I be doing that could be keeping God from resolving this issue in my life?
This question is not to cause you false guilt or frustration. Rather, it is meant to prompt you to seek the Lord and allow Him to examine your life, agreeing with whatever He shows you. After all, there’s no outside force that can stand in the way when God chooses to act on your behalf. If there is a hindrance, it may be attitudes or habits you’re clinging to that are blocking His blessings. Perhaps He has given an instruction you’ve failed to follow, or His timetable is simply different from yours. It could even be that the Father is training you for greater responsibilities through the time of waiting.
So examine your heart and trust Him to reveal what you need to know whenever you face challenges and times of uncertainty.
Prayer:
Jesus, examine and lead me so that I may always walk in step with You. Amen.