Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. —1 CORINTIOS 13:12
EL CORAZÓN PARA buscar a Dios es dado a luz en nosotros por Dios mismo. Como todos los deseos, no es algo que pueda ser legislado o forzado, pero crece dentro de usted a medida que pone en práctica: “Gustad, y ved que es bueno Jehová” (Salmos 34:8). Aunque se le ha dado la capacidad de percibir la bondad de Dios en el Espíritu por medio del nuevo nacimiento, esa capacidad es algo que se debe desarrollar a lo largo de su vida. La búsqueda del rostro de Dios tiene dos dimensiones centrales: la búsqueda de su presencia y la búsqueda de su favor. Durante los siguientes días exploraremos la búsqueda de su presencia y luego tomaremos varios días para considerar la búsqueda de su favor. ¿Está listo para verlo cara a cara?
PUNTO PARA MEDITAR
Sigo creciendo en mi comprensión de la bondad de Dios a medida que busco su rostro.
THE FAVOR OF HIS FACE
For now we see in a mirror, dimly, but then face to face. —1 CORINTHIANS 13:12
THE HEART TO seek God is birthed in you by God Himself. Like all desires, it is not something that can be legislated or forced, but it grows within you as you “taste and see that the LORD is good” (Psalm 34:8). For while you have been given the capacity to perceive God’s goodness through the new birth in the Spirit, that capacity is something that must develop in you throughout your life. The quest for the face of God has two central dimensions—the quest for His presence and the quest for His favor. For the next several days we will explore the quest for His presence, and then we’ll take several days to look at the quest for His favor. Are you ready to see Him face to face?
POINT TO PONDER
I am continuing to grow in my understanding of God’s goodness as I seek His face.