El corazón del ofensor

Como escogidos de Dios, santos y amados, revestíos de tierna compasión, bondad, humildad, mansedumbre y paciencia; soportándoos unos a otros y perdonándoos unos a otros, si alguno tiene queja contra otro; como Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros. COLOSENSES 3:12-13 (LBLA) 

Cuando alguien nos hiere profundamente, no es fácil ignorar la ofensa para dirigir la mirada al corazón del ofensor. Pero eso es exactamente lo que Dios hace por nosotros, y quiere que hagamos lo mismo por los demás. Muy a menudo acabaremos descubriendo que el ofensor está ahogándose en su propio mar de dolor y desesperación. Ellos también necesitan mucho, mucho amor.

Si le pedimos a Dios poder ver a nuestros ofensores igual que los ve él, desarrollaremos una profunda compasión hacia ellos y los comprenderemos mejor. Puede que nuestras heridas palidezcan en comparación a su dolor. Podremos ver que están perdidos y que desean que alguien los ayude. Y les podemos ofrecer bondad y gracia del mismo modo que Dios nos las ha dado a nosotros.

Oración:
Padre, ayúdame a mostrar gracia y compasión a aquellos que me han hecho daño. Cambia mi corazón hacia ellos. Hazme verlos del mismo modo que tú los ves. Gracias por tu bondad hacia mí.


The Offender’s Heart

As those who have been chosen of God, holy and beloved, put on a heart of compassion, kindness, humility, gentleness and patience; bearing with one another, and forgiving each other, whoever has a complaint against anyone; just as the Lord forgave you, so also should you. COLOSSIANS 3:12-13 NASB

When someone hurts us deeply, it isn’t easy to look past the offense and into the offender’s heart. But that is exactly what God does for us, and he wants us to do the same for others. More often than not, we will discover the offender drowning in their own sea of hurt and despair. They, too, need a great measure of love.

If we ask God to see our offenders the way he views them, we will develop a deep understanding and compassion for them. Our hurts may pale in comparison to their pain. We see that they are lost and desire someone to help them. We give them kindness and grace just as God gave it to us.

Prayer:
Father, help me show grace and compassion to those who have hurt me. Change my heart toward them. Let me see them the way you see them. Thank you for your kindness toward me.