El consuelo

Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación. 
2 CORINTIOS 1:3 (RV60) 

Todos hemos sufrido pérdidas en nuestras vidas; unos más que otros. En aquellos momentos en los que estamos de duelo por la pérdida de una persona amada, un trabajo o incluso por la rotura de una relación, es bueno reconocer que el dolor es incómodo. No podemos disimular que nos sentimos enfadados, decepcionados, extremamente tristes o solos. Aun así, podemos llevar estas emociones a nuestro Padre celestial y pedirle que alivie nuestro dolor.


Las Escrituras dicen que Jesús es el Padre de misericordias y que él puede consolarnos en nuestros problemas. Él puede darnos paz, gozo y el consuelo de estar en su presencia en todos y cada uno de nuestros días. Él puede traer a otros para que nos ayuden. Su Palabra puede dar vida a nuestros corazones. Dios nos consuela de muchas formas. Y entonces, algún día, podremos compartir este consuelo con otros que necesitan experimentar la presencia de Dios en los momentos difíciles.


Oración:
Dios, te traigo todas estas emociones y te pido que compartas conmigo mis sentimientos de pérdida. Permíteme sentir tu presencia para saber que no estoy sola. Ayúdame a consolar a aquellos que me rodean y que lo necesitan, del mismo modo que tú me has consolado a mí.


Comfortable

Blessed be the God and Father of our Lord Jesus Christ, the Father of mercies and God of all comfort, who comforts us in all our tribulation. 
2 CORINTHIANS 1:3 NKJV 

We have all experienced loss in our lives—some to a greater degree than others. In these times when we are grieving the loss of a loved one, a job, or even experiencing the loss of a relationship breakdown, it is good to acknowledge that pain is uncomfortable. We cannot hide from feeling angry, disappointed, extremely sad, or lonely. However, we can bring these emotions to our heavenly Father, and ask him to ease the pain.

The Scriptures say that Jesus is the Father of mercies and is able to comfort us in all our troubles. He can bring peace, joy, and the comfort of knowing his presence each and every day. He can bring help from others. His Word can bring life to our hearts. There are many ways that God comforts us. We then can one day share this comfort with others who need to experience God’s presence during hard times.


Prayer:
Lord, I bring all of my emotions before you and ask you meet me in my feeling of loss. Allow me to feel your presence, so that I know I am not alone. Help me to comfort those around me who need it, in the same way you have shown me comfort.