Tomado del libro “El Ayuno” de John Eckhardt
pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. —FILIPENSES 3:13–14
HE MINISTRADO A muchos creyentes que todavía están atados y ligados a su pasado. El pasado puede ser una cadena que impide disfrutar el presente y tener éxito en el futuro. Mientras le ministraba liberación a un joven, me encontré con un espíritu fuerte morando en él que se jactaba de que no iba a salir. Mandé al espíritu a identificarse, y me contestó que su nombre era Pasado. El espíritu procedió a explicar que su trabajo era mantener al joven atado a su pasado para que él no pudiera tener éxito en su vida cristiana. El joven había atravesado un divorcio, y su pasado continuaba atormentándolo. Este encuentro me reveló el hecho de que hay numerosos espíritus asignados a las personas para mantenerlos atados al pasado, que les ha dejado cicatrices y heridas que no han cicatrizado completamente. Muchas de estas heridas se han infectado y se han convertido en moradas de los espíritus inmundos. La gente necesita ser liberada no sólo de los demonios, sino también de otras personas. Las ataduras del alma impía son vías a través de las cuales estos espíritus usan el control y la manipulación para trabajar sobre estas víctimas incautas. Veamos algunas de las cosas que pueden causar que estos espíritus se amarren ellos mismos a la gente que ha tenido experiencias traumáticas en su pasado. Para ser claro, hemos encontrado que el diccionario Webster define la palabra trauma como “un desorden síquico o estado de la conducta que resulta del estrés mental o emocional severo o herida física”.
1. Las experiencias traumáticas pueden abrirle la puerta a los demonios. Estas pueden ser, y a menudo son, debido a accidentes. Las mencionadas abajo son dos de estas experiencias traumáticas que afectan grandemente las vidas de los individuos.
1. Violación
Violaron a las mujeres en Sion, a las vírgenes en las ciudades de Judá. —LAMENTACIONES 5:11
La violación es una de las experiencias más traumáticas que una persona puede tener. Una violación deja miedos profundos en la psiquis de la persona que es víctima de este acto impuro. La puerta se abre a una serie de malos espíritus que entran y operan durante toda la vida de la víctima. Los espíritus de dolor, desconfianza, lujuria, perversión, ira, odio, furia, amargura, vergüenza, culpa y miedo pueden entrar y atormentar a la persona por el resto de su vida, si no los discierne y los echa fuera. La violación también puede ser una maldición, y hay a menudo una historia de este pecado en la línea de sangre. La violación ha sucedido siempre en la historia de los pueblos oprimidos. Era (y es) común para los vencedores el violar a las mujeres de los vencidos. Es uno de los actos más vergonzosos y humillantes que puede ser perpetrado sobre un pueblo oprimido. A menudo, las víctimas de violación llevan ciertos bloqueos sexuales al matrimonio, incluyendo espíritus de frigidez, emociones reprimidas, odio a los hombres, y miedo a las relaciones sexuales.
Las personas pueden crecer con profundas raíces de amargura que envenenan el sistema, abriéndoles la puerta a los espíritus de enfermedad y dolencia, incluyendo el cáncer. Padre, en el nombre de Jesús, me libero de este demonio merodeador que pretende robarme, matarme y destruir mi cuerpo, mi sexualidad y mi valor. Me libero de cualquier odio, amargura y falta de perdón. Me libero de culparme por esta violación. Me libero de cualquier atadura del alma, espíritu de enfermedad u otros espíritus malignos que buscan aferrarse a mi vida a causa de este trauma. Me libero de cualquier atadura que me impide experimentar la intimidad conyugal sana y libremente. Amén.
2. Incesto
Otra violación sexual común es el pecado de incesto. El incesto también puede ser el resultado de una maldición, y puede haber alguna historia de este pecado en la línea de sangre. Es un acto que causa mucha vergüenza y culpa. Se abre la puerta a todo tipo de maldición, incluyendo la locura, muerte, destrucción, confusión, perversión y enfermedad. A menudo, la víctima se culpa por este acto a pesar de que puede haber sido el resultado de un espíritu seductor. Padre, en el nombre de Jesús, me libero de la vergüenza, la culpa, los lazos del alma, y cualquier otro espíritu que trata de entorpecerme para que no viva una vida completa y saludable. Me libero de los recuerdos dolorosos de este abuso y declaro que estoy limpio, por dentro y por fuera. Me libero de todo espíritu demoníaco que podría tratar de entrar por esta puerta abierta, por lo que cierro la puerta de mi pasado y oro para que un cerco de protección rodee mi futuro. Amén.
LIBERE SU MEMORIA
. . . olvidando ciertamente lo que queda atrás . . . —FILIPENSES 3:13
Hay un espíritu malvado llamado recuperación de la memoria que puede causar que una persona tenga recuerdos recurrentes de experiencias pasadas. Esto mantiene a la persona esclava de las experiencias traumáticas del pasado. Este espíritu hace que una persona recuerde experiencias de dolor y rechazo. Aunque pueden haber experiencias en su vida que nunca olvidará por completo, no debe ser esclavo del pasado a través de su memoria. El enemigo no debe ser capaz de desencadenar las cosas en su memoria que dificulten su vida presente o futura. Es por esto que la memoria tiene que ser liberada de las malas experiencias traumáticas y de dolor. Padre, en el nombre de Jesús, me libero de los efectos de todos los malos recuerdos, memorias dolorosas y del pasado que me pueden estorbar en el presente o futuro. Amén.
ORACIONES Y DECLARACIONES QUE DESTRUYEN EL CONTROL DE UN PASADO DOLOROSO
Los días de mi luto han pasado. He encontrado favor en los ojos del Rey (Gn. 50:4).
Mi invierno ha pasado. La lluvia ha pasado, todo se ha ido. Las flores han aparecido en la tierra y el tiempo de la canción ha llegado (Cant. 2:11–12).
El misterio de mis sufrimientos pasados me ha sido revelado. Ahora me puedo regocijar. Gloria para siempre a Jesucristo, quien me ha establecido de acuerdo al evangelio y a la predicación de Cristo.
Mi pasado no es más un secreto. El propósito ha sido revelado a través de las escrituras proféticas que yo debo creer y obedecer.
En mi pasado, yo no era del pueblo de Dios, pero ahora lo soy. No recibí su misericordia, pero ahora la tengo (1 P. 2:10).
Hay esperanza para mi futuro. El Señor tiene planes para darme paz y un futuro de esperanza (Jer. 29:11).
La señal del pacto de Dios es conmigo y todas mis futuras generaciones. Sólo una cosa haré: olvidaré mi pasado e iré tras las cosas que tengo por delante. Iré hacia la meta del premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús (Flp. 3:13–14).
The fast that releases from a painful past
. but I do one thing: certainly forgetting what is left behind, and reaching out to what is ahead, I press on to the goal, to the prize of the high calling of God in Christ Jesus. —PHILIPPIANS 3: 13-14
I HAVE MINISTERED To many believers who are still tied up and tied to their past. The past can be a chain that prevents you from enjoying the present and being successful in the future. While ministering deliverance to a young man, I found a strong spirit dwelling in him that bragged that he was not going out. I sent the spirit to identify itself, and he replied that his name was Past. The spirit proceeded to explain that his job was to keep the young man tied to his past so that he could not be successful in his Christian life. The young man had been through a divorce, and his past continued to haunt him. This encounter revealed to me the fact that there are numerous spirits assigned to people to keep them tied to the past, which has left scars and wounds that have not fully healed. Many of these wounds have become infected and have become abodes for unclean spirits. People need to be liberated not only from demons, but also from other people. Unholy Soul Bindings are avenues through which these spirits use control and manipulation to work on these unwary victims. Let’s look at some of the things that can cause these spirits to tie themselves to people who have had traumatic experiences in their past. To be clear, we have found that Webster’s Dictionary defines the word trauma as “a psychic disorder or state of conduct that results from severe mental or emotional stress or physical injury.”
1. Traumatic experiences can open the door for demons. These can be, and often are, due to accidents. Those mentioned below are two of these traumatic experiences that greatly affect the lives of individuals.
1. Rape
They raped the women in Zion, the virgins in the cities of Judah. —LAMENTATIONS 5:11
Rape is one of the most traumatic experiences a person can have. A rape leaves deep fears in the psyche of the person who is the victim of this impure act. The door opens to a series of evil spirits that enter and operate throughout the victim’s life. Spirits of pain, mistrust, lust, perversion, anger, hatred, fury, bitterness, shame, guilt, and fear can enter and haunt the person for the rest of his life, if he does not discern and cast them out. Rape can also be a curse, and there is often a history of this sin in the bloodline. Rape has always happened in the history of oppressed peoples. It was (and is) common for the victors to rape the wives of the defeated. It is one of the most shameful and humiliating acts that can be perpetrated on an oppressed people. Often times, rape victims bring certain sexual blocks to marriage, including frigid spirits, pent-up emotions, hatred of men, and fear of sex.
People can grow with deep roots of bitterness that poison the system, opening the door to the spirits of sickness and disease, including cancer. Father, in the name of Jesus, I free myself from this marauding demon that seeks to rob me, kill me, and destroy my body, my sexuality, and my worth. I release myself from any hatred, bitterness, and unforgiveness. I release myself from blaming myself for this violation. I release myself from any soul ties, sickness spirits, or other evil spirits seeking to hold onto my life because of this trauma. I release myself from any ties that prevent me from experiencing conjugal intimacy freely and healthily. Amen.
2. Incest
Another common rape is the sin of incest. Incest can also be the result of a curse, and there may be some history of this sin in the bloodline. It is an act that causes a lot of shame and guilt. It opens the door to all kinds of curses, including madness, death, destruction, confusion, perversion, and disease. Often times, the victim blames himself for this act even though it may have been the result of a seductive spirit. Father, in the name of Jesus, I release myself from shame, guilt, soul ties, and any other spirit that tries to hinder me from living a full and healthy life. I release the painful memories of this abuse and declare that I am clean, inside and out. I free myself of any demonic spirit that might try to enter through this open door, so I close the door of my past and pray for a hedge of protection to surround my future. Amen.
FREE YOUR MEMORY
. . . certainly forgetting what is left behind. . . —PHILIPANS 3:13
There is an evil spirit called memory retrieval that can cause aperson has recurring memories of past experiences. This keeps the person a slave to past traumatic experiences. This spirit makes a person remember experiences of pain and rejection. Although there may be experiences in his life that he will never completely forget, he should not be a slave to the past through his memory. The enemy must not be able to unleash things in his memory that hinder his present or future life. This is why memory has to be freed from bad traumatic experiences and pain. Father, in the name of Jesus, I release myself from the effects of all bad memories, painful memories and the past that can hinder me in the present or future. Amen.
PRAYERS AND DECLARATIONS THAT DESTROY CONTROL OF A PAINFUL PAST
The days of my mourning have passed. I have found favor in the eyes of the King (Gen. 50: 4).
My winter has passed. The rain has passed, everything is gone. Flowers have appeared on the ground and the time for song has come (Song 2: 11–12).
The mystery of my past sufferings has been revealed to me. Now I can rejoice. Glory forever to Jesus Christ, who has established me according to the gospel and the preaching of Christ.
My past is no longer a secret. The purpose has been revealed through the prophetic scriptures that I must believe and obey.
In my past, I was not of God’s people, but now I am. I did not receive mercy from him, but now I have it (1 Pet. 2:10).
There is hope for my future. The Lord has plans to give me peace and a future of hope (Jer. 29:11).
The sign of God’s covenant is with me and all my future generations. Only one thing I will do: I will forget my past and go after the things that lie ahead. I will go toward the goal of the prize of the high calling of God in Christ Jesus (Phil. 3: 13–14).