Tomado del libro “El Ayuno” de John Eckhardt
¿Tienes tú fe? Tenla para contigo delante de Dios. Bienaventurado el que no se condena a sí mismo con lo que aprueba. —ROMANOS 14:22
LA CULPA ES una de las peores cosas que puede permitir que controle su vida. La culpa proviene de la condenación, vergüenza, indignidad, vergüenza, baja autoestima y de los sentimientos de inferioridad (clase baja, fondo del barril, siempre el último lugar, inseguro, nunca bastante bueno). La culpa es la raíz de un sinnúmero de enfermedades y de infelicidad. Hay personas que viven sus vidas sintiéndose culpable por cosas que hicieron hace años. Ellos nunca se han perdonado a sí mismos por algo que hicieron o dejaron de hacer. Literalmente, se castigan a sí mismos. Se sienten indignos, avergonzados y apenados, que a menudo se convierte en autorechazo. La culpa es un demonio terrible, y usted tiene que ser liberado de ella. Usted puede pedirle a Dios que le perdone, y puede pedirle a la gente que pudo causarle daño que le perdone, pero lo más importante que hay que hacer es perdonarse a sí mismo. Esta es la parte más difícil para muchas personas. Ellos creen que Dios les perdona y otras personas les perdonan, pero no pueden perdonarse a sí mismos. Todos hemos hecho cosas de las que no estamos orgullosos, pero hay que recordar que cuando hemos hecho todo lo que podemos hacer para hacer las cosas bien, Jesús es nuestra justicia. Él nos cubre. Si no conseguimos esto en nuestros espíritus, entonces estamos abiertos a ser afectados por muchas enfermedades y dolencias, porque hay una conexión entre el espíritu, el alma y el cuerpo.
La Biblia dice: “Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma” (3 Jn 1:2).
Su alma es su mente, voluntad y emociones. Si su alma no es saludable y el dolor, la vergüenza, la culpa, el miedo y el rechazo lo superan, su cuerpo finalmente se verá afectado. No siempre sucede de la noche a la mañana.
Cuanto más tiempo cargue estas cosas, más daño hacen.
LIBERE SU CONCIENCIA
Ser liberado significa ser perdonado y absuelto. Ud ha sido perdonado por el Padre a través de la sangre de Jesús. Ud. es libre de culpa, vergüenza y condenación. También debe ser libre de la ley (el legalismo).
La ley conlleva condenación y juicio, pero Jesús brinda perdón y reconciliación. Liberamos nuestra conciencia mediante la aplicación de la sangre de Jesucristo, por la fe. Satanás usa la culpabilidad y la condenación para derribar a los creyentes. Los creyentes que no entienden la gracia tienen sus luchas en sus vidas cristianas, nunca alcanzan las normas religiosas que se les imponen a través del legalismo. Ser libre en su conciencia es tener paz en su mente. La paz de Dios gobierna en su corazón. En el nombre de Jesús, me libero a mí mismo de toda culpa, vergüenza, condenación, autocondenación y legalismo. Amén.
ORACIONES CONTRA LA CULPA Y CONDENACIÓN
Reprendo y echo fuera todo espíritu de culpa, vergüenza, y condenación a través de la sangre de Jesús.
Ato y echo fuera todo espíritu de indignidad en el nombre de Jesús.
Me desato de toda diabetes arraigada en el rechazo, odio a mí mismo, herencia, y culpa, y ordeno a esos espíritus salir fuera en el nombre de Jesús.
Me libero del lupus arraigado en el autorechazo, odio a mí mismo, culpa, y echo fuera esos espíritus en el nombre de Jesús.
Me libero de toda esclerosis múltiple arraigada en el odio a mí mismo, culpa y rechazo paternal, y echo fuera esos espíritus en el nombre de Jesús.
Perdóname, Señor, por permitir que cualquier miedo, culpa, autorechazo, odio a mí mismo, falta de perdón, amargura, pecado, orgullo o rebelión hayan abierto puertas a cualquier enfermedad o dolencia. Renuncio a estas cosas en el nombre de Jesús.
The fast to be free from guilt
Do you have faith? Have it for yourself before God. Blessed is he who does not condemn himself with what he approves. —ROMANS 14:22
GUILT IS one of the worst things you can allow to control your life. Guilt comes from condemnation, shame, unworthiness, low self-esteem, and feelings of inferiority (lower class, bottom of the barrel, always last, insecure, never good enough). Guilt is the root of countless illnesses and unhappiness. There are people who live their lives feeling guilty for things they did years ago. They have never forgiven themselves for something they did or did not do. They literally punish themselves. They feel unworthy, ashamed and ashamed, which often turns into self-rejection. Guilt is a terrible demon, and you have to be freed from it. You can ask God to forgive you, and you can ask people who may have caused you harm to forgive you, but the most important thing to do is forgive yourself. This is the hardest part for many people. They believe that God forgives them and other people forgive them, but they cannot forgive themselves. We have all done things that we are not proud of, but we must remember that when we have done everything we can do to make things right, Jesus is our righteousness. He covers us. If we do not get this in our spirits, then we are open to being affected by many diseases and ailments, because there is a connection between the spirit, the soul and the body.
The Bible says: “Beloved, I desire that you prosper in all things, and have health, just as your soul prospers” (3 Jn 1: 2).
Your soul is your mind, will, and emotions. If your soul is unhealthy and pain, shame, guilt, fear, and rejection get the better of it, your body will ultimately suffer. It doesn’t always happen overnight.
The longer you charge these things, the more damage they do.
FREE YOUR CONSCIOUSNESS
To be released means to be forgiven and acquitted. You have been forgiven by the Father through the blood of Jesus. You are free from guilt, shame, and condemnation. It must also be free from the law (legalism).
The law carries condemnation and judgment, but Jesus offers forgiveness and reconciliation. We liberate our conscience by applying the blood of Jesus Christ, by faith. Satan uses guilt and condemnation to bring down believers. Believers who don’t understand grace have their struggles in their Christian lives, they never reach the religious standards that are imposed on them through legalism. To be free in your conscience is to have peace in your mind. The peace of God rules in your heart. In the name of Jesus, I release myself from all guilt, shame, condemnation, self-condemnation, and legalism. Amen.
PRAYERS AGAINST GUILT AND CONDEMNATION
I rebuke and cast out all spirit of guilt, shame, and condemnation through the blood of Jesus.
I bind and cast out every spirit of unworthiness in the name of Jesus.
I untie myself from all diabetes rooted in rejection, self-hatred, heredity, and guilt, and command those spirits to come out in the name of Jesus.
I break free from lupus rooted in self-rejection, self-hatred, guilt, and cast out those spirits in the name of Jesus.
I rid myself of all multiple sclerosis rooted in self-hatred, guilt and parental rejection, and cast out those spirits in the name of Jesus. Forgive me, Lord, for allowing any fear, guilt, self-rejection, self-hatred, unforgiveness, bitterness, sin, pride, or rebellion to have opened doors to any sickness or disease. I renounce these things in the name of Jesus.