Duda

“Pero cuando pidas, debes creer y no dudar, porque el que duda es como una ola del mar, arrastrada y sacudida por el viento”. 
Santiago 1:6

Todos nosotros luchamos contra la duda. Incluso los más fieles del pueblo de Dios tuvieron momentos de desconfianza; basta con mirar a los discípulos. Ninguno de ellos era perfecto en su fe. La duda no nos descalifica ni nos separa de Dios, pero sí tenemos que aprender a superarla si queremos vivir una vida fructífera y experimentar todo el poder de Dios.

¿Como hacemos eso? De la misma manera que superamos cualquier cosa en la vida: pidiendo Su ayuda. Sí, realmente podemos pedirle a Dios que nos ayude a creer en Él. Es Su Espíritu quien nos da el poder de creer en primer lugar, entonces, ¿por qué no seguiríamos confiando en Él para obtener esa ayuda? Él es el único que puede cambiar nuestros corazones.

Ninguna clase de apologética o “prueba” de que Dios existe nos hará creer en última instancia. Es sólo Su Espíritu el que verdaderamente puede convencernos. Eso no quiere decir que las clases de apologética no sean útiles.

Tomé uno en la universidad y ciertamente profundizó mi comprensión de cómo toda la Biblia encaja y tiene perfecto sentido, pero no fue suficiente para sostenerme cuando la vida se puso difícil y las dudas volvieron a aparecer.

En esos momentos tuve que clamar a Dios para que me diera su entendimiento porque el mío no era suficiente. Y Él siempre ha sido fiel en hacer precisamente eso.

Preguntas de reflexión:

  1. ¿Qué dudas acerca de Dios o de la Biblia? ¿Puedes presentar esas dudas ante Él?

(Utilice un cuaderno para anotar su respuesta)

  • ¿De qué dudas te ha liberado Dios en el pasado? ¿Qué cambió tu corazón?

(Utilice un cuaderno para anotar su respuesta) Oración: Querido Jesús, ayuda mi incredulidad. Confío en Ti, pero no plenamente. Muéstrame las áreas en las que estoy dudando de ti y ayúdame a abandonar esas dudas y reemplazarlas con fe. Gracias porque todavía me amas incluso cuando dudo de ti. Amén.


Doubt

“But when you ask, you must believe and not doubt, because the one who doubts is like a wave of the sea, blown and tossed by the wind." 
James 1:6

Ail of us struggle with doubt. Even the most faithful of God’s people had moments of distrust—just look at the disciples. Not one of them was perfect in their faith. Doubt does not disqualify us or separate us from God, but we do have to learn how to overcome it if we want to live a fruitful life and experience the full power of God.

How do we do that? The same way we overcome anything in life: by asking for His help. Yes, we can actually ask God to help us believe in Him. It is His Spirit who gives us the power to believe in the first place, so why wouldn’t we continue to rely on Him for that help? He’s the only one who can change our hearts.

No number of apologetics classes or “proof” that God exists is ultimately going to make us believe. It is only His Spirit that can truly convince us. That’s not to say that apologetics classes are not helpful.

I took one in college, and it certainly deep- ened my understanding of how the whole Bible fits together and makes perfect sense, but it wasn’t enough to sustain me when life got hard, and the doubts crept back in.

In those moments, I had to cry out to God to give me His understanding because my own was not enough. And He has always been faithful to do just that.

Reflection Questions:

  1. What are you doubting about God or the Bible? Can you bring those doubts before Him?

(Please use a notebook for journaling your response)

  • What doubts has God freed you from in the past? What changed your heart?

(Please use a notebook for journaling your response) Prayer: Dear Jesus, help my unbelief. I trust You, but not fully. Show me the areas where I am doubting You and help me to surren- der those doubts and replace them with faith. Thank you that You still love me even when I doubt You. Amen.