“El justo puede tener muchos problemas, pero de todos ellos el Señor lo libra”. Salmo 34:19
Los Salmos están llenos de la protección de Dios sobre su pueblo. Cuando clamamos a Él, Él es fiel para protegernos de nuestros enemigos, ya sean nuestros propios pensamientos contraproducentes, las niñas malas de la escuela o las fuerzas espirituales y psicológicas que vienen contra nosotros de parte de el enemigo. Algunos de los personajes de la Biblia tenían enemigos muy reales que en realidad estaban detrás de sus vidas físicas, como David, y otros necesitaban protección espiritual de las fuerzas del mal. La Biblia nos dice que nuestros verdaderos enemigos no son de carne y hueso, sino los poderes malignos invisibles detrás de las personas y los pensamientos que nos persiguen. No importa cómo te sientas atacado, recuerda que no necesitas defenderte porque Dios te protegerá.
Preguntas de reflexión:
1. ¿Quiénes son tus enemigos?
(Utilice un cuaderno para anotar su respuesta)
2. ¿Cómo has visto a Dios protegerte de esos enemigos? ¿Cómo te ha protegido en el pasado?
(Utilice un cuaderno para anotar su respuesta)
Oración:
Querido Dios, por favor protégeme de mis enemigos. No soy lo suficientemente fuerte para luchar contra ellos solo. Por favor ayúdame a confiar en que Tú me protegerás cuando me sienta atacado. No permitas que tenga miedo, sino que confíe en ti. Amén.
God your Defender
“The righteous person may have many troubles, but the Lord delivers him from them all.”
Psalm 34:19
The Psalms are full of God’s protection over His people. When we cry out to Him, He is faithful to protect us from our enemies–whether those enemies are our own self-defeating thoughts, the mean girls at school, or the spiritual and psychological forces that come against us from the enemy.
Some of the Bible characters had very real enemies that were actually after their physical lives, like David, and others needed spiritual protection from the forces of evil. The Bible tells us our true enemies are not flesh and blood but the unseen evil powers behind the people and thoughts that persecute us. No matter how you are feeling attacked, remember that you don’t need to fight back because God will protect you.
Reflection Questions:
1. Who are your enemies?
(Please use a notebook for journaling your response)
2. How have you seen God protect you from those enemies? How has He protected you in the past?
(Please use a notebook for journaling your response)
Prayer:
Dear God, please protect me from my enemies. I’m not strong enough to fight against them by myself. Please help me to trust that You will protect me when I feel attacked. Let me not be fearful but confident in You. Amen.