A VECES NECESITAMOS RENOVACIÓN en nuestra vida espiritual. El ayuno es una de las maneras en que usted puede limpiar su cuerpo y ayudar en el proceso de comunicarse con el Padre. Dios ya está levantando personas en este tiempo que ya no quieren una dieta solamente de “iglesia como siempre”. Las personas que tienen hambre son personas desesperadas.
Si no tenemos cuidado, podemos permitir que la vida nos lleve a los mismos hábitos y rutinas de siempre sin ni siquiera darnos cuenta. Nuestra relación con el Señor puede sufrir el mismo destino. Cuando no hacemos lo necesario para mantenernos afilados y sensibles al Espíritu Santo, nuestra adoración, alabanza, ofrendas e incluso predicación pueden volverse rutinas insensibles para Dios. Como creyente, puede usted orar, leer su Biblia y asistir a la iglesia semana tras semana, y aún así seguir perdiendo de vista su primer amor. No es que usted no ame al Señor, sino que el ajetreo de la vida puede llevarle hasta el punto de perder su frescura, su entusiasmo y su sensibilidad a su Espíritu y a lo que a Él le agrada.
Mi madre era una excelente cocinera, pero si ella se hubiera quedado tan enredada en otras cosas que lo único que nos pusiera sobre la mesa para comer fuese pastel de carne cada día de la semana, no creo que hubiera pasado mucho tiempo hasta que yo encontrase otro lugar donde comer. El decepcionante sonido de comentarios como: “Ah, mamá, ¿pastel de carne otra vez?”, habría sido común en mi casa. ¿Y si Dios tuviera hambre y lo único que tenemos para alimentarle es nuestras mismas rutinas religiosas aburridas día tras día? De modo parecido a terminar con pastel de carne sobre la mesa cada día, puedo oír a nuestro Padre celestial suspirando: “¿Otra vez religión?”.
Por eso Dios dijo a Israel: “Si yo tuviese hambre, no te lo diría a ti; porque mío es el mundo y su plenitud” (Salmos 50:12). Dios posee el ganado sobre mi colinas. Él no necesita nuestras rutinas; Él no saborea nuestra actividad insensible. Él no quiere nuestras “sobras” cuando puede ser “alimentado” en algún otro lugar. La adoración verdadera que sale de nuestros corazones le alimenta y le satisface; es algo que Él desea, y que merece. Nuestra religiosidad de hacer lo mismo una vez por semana no le agrada a Él como le agrada nuestra obediencia a su Palabra.
La razón de que este tema encaje en un libro sobre el ayuno es sencilla: el ayuno es un medio constante de renovarse usted mismo espiritualmente. La disciplina del ayuno le saca de la rutina del mundo. Es una forma de adoración: ofrecer su cuerpo a Dios como sacrificio vivo es santo y agradable a Dios (Romanos 12:1). La disciplina del ayuno le humillará, le recordara su dependencia de Dios y le llevará de nuevo su primer amor. Hace que las raíces de su relación con Jesús sean más profundas.
Hay dimensiones de nuestro glorioso Rey que nunca serán reveladas al adorador casual y desinteresado. Hay muros de intercesión que nunca serán escalados por un servicio religioso desapasionado. Pero cuando usted dé los pasos para salir de lo ordinario y adorarle como Él se merece, comenzará a ver facetas de su ser que no sabía que existieran. Él comenzará a compartir con usted secretos sobre sí mismo, sus planes y sus deseos para usted. Cuando usted adora a Dios como Él se merece, Él es magnificado.
Cuando usted tenga hambre verdadera por Dios, dejará atrás las costumbres, dejará atrás los rituales; ¡no querrá irse con hambre!
No permita que los enemigos en su vida hagan que se enfoque usted más en su apetito o sus circunstan circunstancias que en las promesas de Dios que son liberadas cuando usted emplea la potente arma del ayuno.
En su sexto día de ayuno, recuerde:
*Concéntrese en tiempos prolongados de meditación y de escuchar.
*Sus sentidos (olfato, tacto, oído) comenzarán a agudizarse.
*Continúan la pérdida de peso y la desintoxicación.
Pensamientos para su diario:
*¿Cómo le está acercando más a Dios experimentar el ayuno como una disciplina privada?
* ¿Le ha revelado Dios algunas cosas desde que comenzó su ayuno?
Enfoque de oración del día 6: Romper adicciones
NO PUEDE USTED disfrutar de la plenitud de vida en Cristo cuando sigue siendo un esclavo, atado por adicciones. Adicciones sexuales y quí químicas como alcohol y drogas, nicotina, comer en exceso, antidepresivos, insomnio y otros pueden ser rotos mediante la disciplina del ayuno. Si hay adicciones en su vida, enumérelas a continuación, ¡y pida a Dios que le dé gracia durante este ayuno para salir libre de esas cadenas! Quizá sea un familiar o un ser querido quien sufra la adicción. Escriba su nombre para orar por esa persona durante este periodo.
Así que si el Hijo los libera, serán ustedes verdaderamente libres. —Juan 8:36
God delights in renewal
SOMETIMES WE NEED RENEWAL in our spiritual life. Fasting is one of the ways that you can cleanse your body and help in the process of communicating with the Father. God is already raising up people at this time who no longer want a diet of just “church as usual”. Hungry people are desperate people.
If we’re not careful, we can allow life to drag us into the same old habits and routines without even realizing it. Our relationship with the Lord can suffer the same fate. When we don’t do what it takes to stay sharp and sensitive to the Holy Spirit, our worship, praise, offerings, and even preaching can become callous routines to God. As a believer, you can pray, read your Bible, and attend church week after week, and still keep losing sight of your first love. It’s not that you don’t love the Lord, but that the busyness of life can take you to the point of losing your freshness, your enthusiasm, and your sensitivity to His Spirit and what pleases Him.
My mother was an excellent cook, but if she had gotten so caught up in other things that the only thing she would put on the table for us to eat was meatloaf every day of the week, I don’t think it would have been long before I found another place to eat. The disappointing sound of comments like, “Oh mom, meatloaf again?” would have been common in my house. What if God is hungry and all we have to feed him is our same boring religious routines day after day? Much like ending up with meatloaf on the table each day, I can hear our heavenly Father sighing, “Religion again?”
That is why God said to Israel: “If I were hungry, I would not tell you; for mine is the world and its fullness” (Psalms 50:12). God owns the cattle on my hills. He doesn’t need our routines; He does not relish our callous activity. He doesn’t want our “leftovers” when he can be “fed” somewhere else. The true worship that comes from our hearts feeds and satisfies you; it is something that He desires, and that he deserves. Our religiosity of doing the same thing once a week does not please Him as our obedience to His Word pleases.
The reason this topic fits into a book on fasting is simple: fasting is a constant means of renewing yourself spiritually. The discipline of fasting takes you out of the routine of the world. It is a form of worship: offering your body to God as a living sacrifice is holy and pleasing to God (Romans 12:1). The discipline of fasting will humble you, remind you of your dependence on God, and bring you back to your first love. It makes the roots of your relationship with Jesus go deeper.
There are dimensions of our glorious King that will never be revealed to the casual and disinterested worshipper. There are walls of intercession that will never be scaled by a dispassionate religious service. But when you take the steps to step out of the ordinary and worship him as he deserves, you’ll begin to see sides of him that you didn’t know existed. He will begin to share with you secrets about himself, his plans and his wishes for you. When you worship God as He deserves, He is magnified.
When you have a true hunger for God, he will leave customs behind, he will leave rituals behind; You won’t want to leave hungry!
Don’t let the enemies in your life make you focus more on your appetite or your circumstances than on the promises of God that are released when you use the potent weapon of fasting.
Remember:
*Focus on long periods of meditation and listening.
* Your senses (smell, touch, hearing) will begin to sharpen.
*Continue weight loss and detoxification.
Thoughts for your journal:
*How is experiencing fasting as a private discipline bringing you closer to God?
* Has God revealed any things to you since you began your fast?
Prayer Focus for Today: Breaking Addictions
YOU CANNOT enjoy the fullness of life in Christ when you remain a slave, bound by addictions. Chemical and sexual addictions like alcohol and drugs, nicotine, overeating, antidepressants, insomnia and others can be broken through the discipline of fasting. If there are addictions in your life, list them below, and ask God to give you grace during this fast to break free from those chains! Perhaps it is a family member or a loved one who suffers from the addiction. Write their name to pray for that person during this period.
So if the Son frees you, you will be truly free. —John 8:36, NIV