Simón Pedro estaba de pie, calentándose, y le preguntaron: “¿No eres tú también uno de Sus discípulos?” “No lo soy,” dijo Pedro, negándolo. Uno de los siervos del sumo sacerdote, que era pariente de aquél a quien Pedro le había cortado la oreja, dijo: “¿No te vi yo en el huerto con El?” Y Pedro lo negó otra vez, y al instante cantó un gallo.
(JUAN 18.25–27, NBLH)
¿Te has escabullido alguna vez lentamente de un amigo cuando se ha visto en problemas, cuando ha hecho demasiado ruido o cuando ha dicho algo tonto en medio de una multitud?
Pedro, uno de los mejores amigos de Jesús actuó así. Sin embargo, en lugar de escabullirse y desaparecer él negó conocerlo. ¡Valiente cobarde!
Ahora imagina cómo te sentirías si tu mejor amigo te abandonara de esa forma. ¡Ay! Eso dolería. Pedro sabía que Jesús era el poderoso Hijo de Dios, pero tenía miedo de admitirlo. Por hiriente que fuera para Jesús escuchar cómo lo negaba, perdonó a Pedro. Continuaron siendo amigos. Más tarde, Pedro superó sus temores y habló de Jesucristo con valentía.
Sentir miedo es algo normal. No te sorprendas si te asusta reconocer a cierto amigo ni te avergüences por ir a la iglesia. Esta es la verdad que ahuyentará el temor fuera de ti: Nada es más grande que Dios. El miedo viene de creer que hay algo o alguien mayor que él. Dios siempre es lo más grande.
Oración:
Señor, me he sentido incómodo cuando me han asociado contigo. Desconozco por qué me asustan las opiniones que otros tengan de ti. Tú eres más grande que nadie y que nada. Ayúdame a recordarlo.
DAy 98 • Do I Know You?
Meanwhile, Simon Peter was still standing there warming himself. So they asked him, “You aren’t one of his disciples too, are you?” He denied it, saying, “I am not.” One of the high priest’s servants, a relative of the man whose ear Peter had cut off, challenged him, “Didn’t I see you with him in the garden?” Again Peter denied it, and at that moment a rooster began to crow. (JOHN 18:25–27)
Have you ever slowly slinked away from a friend when he gets in trouble or makes too much noise or says something stupid in a crowd?
Peter, one of Jesus’ best friends, did that. But instead of slinking away, Peter denied he even knew Jesus. Talk about a scaredy-cat!
Now imagine how it would feel if your best friend ditched you like that. Ouch! That would hurt. Peter knew Jesus was the mighty Son of God but was afraid to admit it. As painful as it was for Jesus to hear that Peter denied him, Jesus forgave Peter. They stayed friends. Later on, Peter got over his fears and talked boldly about Jesus Christ.
It’s normal to feel scared. Don’t be surprised if you are scared to acknowledge a certain friend or ashamed that you go to church. Here’s the truth that will chase fear right out of you: Nothing is greater than God. Fear comes from thinking something else or someone else is greater than God. God is always greater.
Prayer:
Jesus, I have been embarrassed to be associated with you. I don’t know why I am afraid of others’ opinions of you. You are greater than anyone or anything. Help me to remember that.