Día 85 – Baila de felicidad

Alaben ellos el nombre del SEÑOR, porque sólo Su nombre es exaltado; Su gloria es sobre tierra y cielos. (SALMOS 148.13, NBLH)  

El salmo 148 solo tiene catorce versículos, pero es una fiesta de alabanza. Si lees todo el capítulo, cuenta la cantidad de veces que nos invita a celebrar: más que los dedos de tus dos manos.  

Es una celebración a nivel mundial. Desde la luna resplandeciente a las oscuras profundidades del océano, desde los reyes a los niños, desde los árboles plantados hasta las aves que planean en el aire, todos se encuentran en el coro de alabanza de Dios. Y podemos unirnos a él.  

¿Por qué alabar? Porque cuando echamos un vistazo a algo asombroso —la bondad y el amor de Dios— es natural que queramos gritar de alegría. Además, cuando estás de humor para fiestas nada te puede desanimar. No hay lugar para la preocupación ni el temor. No hay espacio para la tristeza ni la envidia. En presencia de un Dios todopoderoso y sobrenatural, tu corazón está lleno de gozo por Aquel que es digno de alabanza.  

La fiesta ya ha empezado. No seas tímido. ¡Únete a ella!  

Oración:  

Señor Dios, eres digno de alabanza, pero yo no siempre me siento con fuerzas para celebrar. Necesito que me recuerdes tu bondad y tu amor cada día. 


Day 85 – Do the Happy Dance  

Let them praise the name of the LORD, for his name alone is exalted; his splendor is above the earth and the heavens.  

(PSALM 148:13)

Psalm 148 is just 14 verses, but it is a party of praise. If you read the whole chapter, count how many times it invites us to celebrate—more than the fingers on both your hands.  

This celebration is worldwide. From the shining moon to the dark ocean deep, from the kings to the children, from planted trees to soaring birds, all are in a chorus of praise to God. And we can join in.  

Why praise? Because when you get a glimpse of something awesome—God’s goodness and love—it’s natural to want to whoop it up. Plus, when you are in a party mood, nothing can get you down. There’s no room for worry or fear. There’s no room for sadness or jealousy. In the presence of a supernatural, almighty God, your heart is full of joy for the One who is worthy of praise.  

The party has already started. Don’t be shy. Join in!  

Prayer:  

Lord God, you are worthy of praise, but I don’t always act like it’s time to party in celebration. I need to remember your goodness and love every day.