Día 81 • ¿Qué hicieron?

A eso de la medianoche, Pablo y Silas se pusieron a orar y a cantar himnos a Dios, y los otros presos los escuchaban. De repente se produjo un terremoto tan fuerte que la cárcel se estremeció hasta sus cimientos. Al instante se abrieron todas las puertas y a los presos se les soltaron las cadenas. 
(HECHOS 16.25–26)

Cuando tus padres no te permiten salir de tu habitación, ¿cuál es tu reacción? ¿Gritas? ¿Subes el volumen de la música para molestar a tu madre? ¿Cantas alabanzas y le das gracias a Dios?

¡Espera! Cuando estamos en dificultades lo último que nos apetece es alabar a Dios.

Pablo y Silas escogieron alabar cuando estuvieron en peligro. Después de que Pablo liberara a una esclava endemoniada, sus dueños se enfurecieron. No le quedaron poderes de videncia y dejó de ganar dinero para sus amos. De modo que la turba local golpeó a Pablo y Silas y los echaron en la cárcel.

Con toda probabilidad tenían frío, sentían dolor y estaban cansados. Tal vez pensaban: «Jesús, lo he abandonado todo por ti. Y ahora permites que me maltraten. ¡Muchas gracias!».

En lugar de quejarse, Pablo y Silas oraron y adoraron. Entonces, ¡un terremoto rompió las cadenas y abrió las puertas de su celda! No solo quedaron libres, sino que varias personas decidieron seguir a Cristo aquella noche.

Cuando atravesamos tiempos complicados resulta extraño decirle a Jesús lo grande que es. No obstante, esto es exactamente lo que tenemos que hacer.

Oración:

Jesús, tú mereces mi alabanza y mi amor pase lo que pase. ¡Gracias por planear mi «terremoto» incluso ahora!


Day 81 • They Did What?

About midnight Paul and Silas were praying and singing hymns to God, and the other prisoners were listening to them. Suddenly there was such a violent earthquake that the foundations of the prison were shaken. At once all the prison doors flew open, and everyone’s chains came loose. 
(ACTS 16:25–26)

When your parents ground you to your room, what’s your reaction? Scream? Crank up the music to annoy your mom? Sing praise and thanks to God?

Wait! When we’re in trouble, usually the last thing we want to do is praise God.

Paul and Silas chose praise when they found themselves in the hot seat. After Paul freed a demon-possessed slave girl, her owners were furious. She had no psychic powers left and wasn’t earning money for her owners. So the local mob beat Paul and Silas and tossed them in prison.

These guys were probably cold, in pain, and tired. They could have thought, “Jesus, I’ve given up everything for you. And now you let me get kicked around. Thanks a lot!”

Instead, Paul and Silas prayed and worshipped. Then, an earthquake broke their chains and opened their cell doors! Not only were they freed, but several people also decided to follow Christ that night.

When we’re going through rough times, it feels weird to tell Jesus how great he is. But that’s exactly what we need to do.

Prayer: Jesus, you deserve my praise and love no matter what. I thank you for planning my “earthquake” even now!