Escojan hoy a quién quieren servir, si a los dioses que sus padres adoraron cuando aún estaban al otro lado del río, o a los dioses que sirven los amorreos en esta tierra donde ahora ustedes viven. Por mi parte, mi casa y yo serviremos al Señor. (JOSUÉ 24.15B, RVC)
Josué había visto mucho durante su vida. En primer lugar, había nacido esclavo en Egipto. Luego pasó años aprendiendo habilidades valiosas como ayudante de Moisés. A continuación heredó una nación sin hogar, pero vio cómo Dios le concedía victoria tras victoria en una nueva tierra de la que fluía leche y miel (¡suena pegajoso!). Tal vez Josué llevara una túnica que dijera «¡Dicho y hecho!».
Cuando tenía ciento diez años, pronunció una especie de discurso. Desafió a sus compatriotas a que tomaran una decisión. Todo aquel que lo escuchaba había sido educado para conocer al único Dios verdadero. Sin embargo, los israelitas todavía tenían que hacer una elección: no podían simplemente seguir la fe de sus padres. Tenían que tener una fe personal.
¿Y qué me dices de ti? ¿Has tomado la decisión de edificar tu vida según los caminos de Dios? Si tus padres lo han hecho, es fantástico. Pero ellos no son tú. Su fe es útil e importante. No obstante, esto no significa que tú tengas automáticamente una amistad con Dios, porque ellos la tengan. Al mismo tiempo, si tus padres no conocen a Dios, tú puedes decidir creer en él por ti mismo. Sé como Josué. Escoge y habla de ello a los demás con valentía.
Oración:
Señor, hoy te elijo a ti. La fe en ti y tu amor por mí son mi elección.
Day 64 • Make It Your Own
Choose for yourselves this day whom you will serve, whether the gods your ancestors served beyond the Euphrates, or the gods of the Amorites, in whose land you are living. But as for me and my household, we will serve the LORD. (JOSHUA 24:15B)
Joshua had seen a lot in his lifetime. First, he was born a slave in Egypt. Then he spent years learning valuable skills as Moses’ sidekick. Joshua then inherited a homeless nation but saw God give victory after victory in a new land flowing with milk and honey (sounds sticky!). Maybe Joshua had a robe that said, “Been there, done that!”
When he was 110 years old, he gave one last speech of sorts. He challenged his countrymen to take a stand. Everyone listening to him had been raised to know about the one true God. But the Israelites still had a choice to make: They couldn’t claim their parents’ faith. They had to make faith personal.
How about you? Have you made the decision to build your life on God’s ways? If your parents have, that’s great. But your parents aren’t you. Their faith is helpful and important. But it doesn’t mean you automatically have a friendship with God because they do. At the same time, if your parents don’t know God, you can choose to believe God for yourself. Be like Joshua. Make a choice, and boldly tell others about it.
Prayer: Today, God, I choose you. Faith in you and your love for me is my choice.