Día 29 • Acepta tu Asignación • 5ta Parte

Tu actitud debe ser igual a la mía, porque yo, el Mesías, no vine a ser servido sino a servir y a dar mi vida.

MATEO 20:28 (BAD)

Cómo prepararse para la eternidad

Al final de tu vida en la tierra te presentarás delante de Dios y él evaluará cuán bien les serviste a otros con tu vida.

La Biblia afirma: «Cada uno de nosotros tendrá que dar cuenta personalmente a Dios». Medita en las implicaciones de esto. Un día Dios comparará cuánto tiempo y energía gastamos en nosotros mismos comparado con lo que invertimos en servir a otros.

A esa altura, todas nuestras excusas egocéntricas sonarán vacías: «Estaba muy ocupado» o «Tenía mis propias metas» o «Estaba preocupado con el trabajo, la diversión o preparándome para la jubilación». Ante todas esas excusas, Dios responderá: «Lo siento, respuesta equivocada. Yo te hice, te salvé, te llamé y te mandé a vivir una vida de servicio. ¿Qué parte no entendiste?». La Biblia les advierte a los no creyentes: «Él derramará su furia y su ira en aquellos que viven para sí mismos», pero para los cristianos esto significará una pérdida de las recompensas eternas.

Solo estamos completamente vivos cuando ayudamos a otros. Jesús dijo: «Si insistes en salvar tu vida, la perderás. Solo aquellos que dan sus vidas por mi causa y por la causa de las buenas nuevas siempre conocerán lo que esto significa en la vida realmente». Esta verdad es tan importante que se repite cinco veces en los Evangelios. Si no estás sirviendo, solo estás existiendo, porque la vida se creó para ministrar. Dios quiere que aprendas a amar y servir a otros con abnegación. Servicio y significado Vas a dar tu vida por algo. ¿Será por una carrera profesional, un deporte, un entretenimiento, la fama o las riquezas? Nada de eso tiene importancia duradera. El servicio es el camino a la significación real. Es a través del ministerio que descubrimos el significado de nuestras vidas. La Biblia afirma: «Cada uno de nosotros encuentra su función y significado como parte de su cuerpo». Es en el servicio unido a la familia de Dios que nuestras vidas cobran relevancia eterna. Pablo dice: «Quiero que pienses en cómo todo esto te hace más significativo, no menos… porque tú eres una parte».

Reflexión: El servicio es el camino a la significación real.


DAY 29/ Fifth part • Accepting Your Assignment

Jesus said, “Your attitude must be like my own, for I, the Messiah, did not come to be served, but to serve and to give my life.” MATTHEW 20:28 (LB)

Preparing for Eternity

At the end of your life on earth you will stand before God, and he is going to evaluate how well you served others with your life. The Bible says, “Each of us will have to give a personal account to God.”  Think about the implications of that. One day God will compare how much time and energy we spent on ourselves compared with what we invested in serving others.

At that point, all our excuses for self-centeredness will sound hollow: “I was too busy” or “I had my own goals” or “I was preoccupied with working, having fun, or preparing for retirement.” To all excuses God will respond, “Sorry, wrong answer. I created, saved, and called you and commanded you to live a life of service. What part did you not understand?” The Bible warns unbelievers, “He will pour out his anger and wrath on those who live for themselves,”  but for Christians it will mean a loss of eternal rewards.

We are only fully alive when we’re helping others. Jesus said, “If you insist on saving your life, you will lose it. Only those who throw away their lives for my sake and for the sake of the Good News will ever know what it means to really live.”  This truth is so important that it is repeated five times in the Gospels. If you aren’t serving, you’re just existing, because life is meant for ministry. God wants you to learn to love and serve others unselfishly.

Reflection:

Service is the pathway to real significance.