Día 20 • 3ra Parte – Restaura el compañerismo

El buen juicio hace al hombre paciente; su gloria es pasar por alto la ofensa. PROVERBIOS 19:11 (NVI)

Toma la iniciativa siempre. No importa quién haya sido el ofendido o quién ofendió a quién, Dios espera que tú des el primer paso. No esperes por la otra persona. Preséntate ante ella. Restaurar el compañerismo cuando se rompe es tan importante que Jesús le asignó prioridad por encima de la adoración colectiva. Dijo: «Si entras en tu lugar de adoración y, al presentar tu ofrenda, recuerdas de pronto que tu hermano tiene algo contra ti, deja tu ofrenda, ve directamente a donde se encuentra tu amigo y hagan las paces. Entonces, y solo entonces, vuelve y relaciónate con Dios.

Cuando el compañerismo sea tirante o se rompa, planifica inmediatamente una conferencia de paz. No la postergues, no pongas excusas o prometas: «Ya me encargaré de este asunto algún día». Fija una fecha para tener una reunión personal tan pronto como sea posible. La demora solo sirve para aumentar el resentimiento y complicar las cosas. En casos de conflicto, el tiempo no cura las heridas, las inflama.

Actuar prontamente, además, reduce el daño espiritual que puedes sufrir. La Biblia dice que nuestros pecados, incluyendo los conflictos no resueltos, impiden nuestra comunión con Dios y que nuestras oraciones sean contestadas, además de hacernos sentir desgraciados. Los amigos de Job le recordaron que «preocuparse hasta la muerte con el resentimiento sería una necedad, una insensatez» y que así «sólo consigues lastimarte con tu enojo».

El éxito de una conferencia de paz muchas veces depende de escoger el momento y el lugar correctos para reunirse. No se reúnan cuando estén cansados ni cuando puedan ser interrumpidos. El mejor momento es cuando las dos personas se encuentren en un buen estado de ánimo.

Sé comprensivo. Usa tus oídos más que tu boca. Antes de intentar resolver un desacuerdo, escucha atentamente los sentimientos de la otra persona. Pablo aconsejó: «Cada uno debe velar no sólo por sus propios intereses sino también por los intereses de los demás». El término «velar» es el vocablo griego skopos, de donde provienen nuestras palabras telescopio y microscopio. Significa ver de cerca. Enfócate en los sentimientos, no en los hechos. Comienza con la compasión, no con las soluciones.

Al principio, no discutas con las personas acerca de sus sentimientos. Solo escucha y permite que se desahoguen emocionalmente sin ponerte a la defensiva. Asiente con tu cabeza para demostrar que entiendes, aunque no estés de acuerdo. Los sentimientos no siempre son infalibles o lógicos. Por el contrario, el resentimiento hace que pensemos o hagamos tonterías. David admitió su equivocación: «Cuando mis pensamientos estaban llenos de amargura y mis sentimientos estaban heridos, ¡fui tan estúpido como un animal!».Todos podemos actuar bestialmente cuando nos sentimos lastimados.

Dios espera que tú des el primer paso.

Reflexiones:

4. Confiesa tu parte en el conflicto.

5. Ataca el problema, no a la persona.

6. Coopera tanto como puedas.

7. Haz hincapié en la reconciliación, no en la solución.


DAY 20/Third part • Restoring Broken Fellowship

A person’s wisdom yields patience; it is to one’s glory to overlook an offense. PROVERBS 19:11 (NIV)


Always take the initiative. It doesn’t matter whether you are the offender or the offended: God expects you to make the first move. Don’t wait for the other party. Go to them first. Restoring broken fellowship is so important, Jesus commanded that it even takes priority over group worship. He said, “If you enter your place of worship and, about to make an offering, you suddenly remember a grudge a friend has against you, abandon your offering, leave immediately, go to this friend and make things right. Then and only then, come back and work things out with God.”


When fellowship is strained or broken, plan a peace conference immediately. Don’t procrastinate, make excuses, or promise “I’ll get around to it someday.” Schedule a face-to-face meeting as soon as possible. Delay only deepens resentment and makes matters worse. In conflict, time heals nothing; it causes hurts to fester.


Acting quickly also reduces the spiritual damage to you. The Bible says sin, including unresolved conflict, blocks our fellowship with God and keeps our prayers from being answered, besides making us miserable. Job’s friends reminded him, “To worry yourself to death with resentment would be a foolish, senseless thing to do” and “You are only hurting yourself with your anger.” 

The success of a peace conference often depends on choosing the right time and place to meet. Don’t meet when either of you are tired or rushed or will be interrupted. The best time is when you both are at your best.


Sympathize with their feelings. Use your ears more than your mouth. Before attempting to solve any disagreement you must first listen to people’s feelings. Paul advised, “Look out for one another’s interests, not just for your own.”  The phrase “look out for” is the Greek word skopos, from which we form our words telescope and microscope. It means pay close attention! Focus on their feelings, not the facts. Begin with sympathy, not solutions.

God expects you to make the first move.

Reflections:
4.​Confess your part of the conflict.
5.​Attack the problem, not the person.
6.​Cooperate as much as possible.
7.​Emphasize reconciliation, not resolution.