Día 18 • Viviendo la vida juntos

Ustedes fueron llamados a formar un solo cuerpo, el cuerpo de Cristo.

COLOSENSES 3:15 (BLS) 

¡Cuán bueno y cuán agradable es que los hermanos convivan en armonía!

SALMO 133:1 (NVI)

LA VIDA FUE DISEÑADA PARA COMPARTIR.

La intención de Dios es que experimentemos la vida juntos. En la Biblia esta experiencia comunitaria se conoce como vivir en comunión. En la actualidad, sin embargo, la palabra ha perdido mucho de su significado bíblico. «Tener comunión» se usa para referirse a la conversación espontánea, la socialización, las comidas y la diversión. La pregunta: «¿Dónde tienes comunión?» significa: «¿A qué iglesia asistes?». Afirmar: «Quédate después del servicio para un momento de comunión» quiere decir: «Tendremos un refrigerio».

La verdadera comunión es mucho más que asistir a los servicios dominicales. Es experimentar la vida juntos. Consiste en amar desinteresadamente, compartir con corazón sincero, servir en la práctica, hacer sacrificios, consolar y solidarizarse con los que sufren, y todos los demás mandamientos que el Nuevo Testamento nos manda a hacer «unos a otros».

Con todo aquello relacionado con la comunión, el tamaño importa: Cuanto más pequeño, mejor. Con una multitud se puede adorar, pero no se puede tener comunión. Cuando los grupos son superiores a diez personas, algunas dejarán de participar —por lo general, las más calladas— y otras ejercerán dominio.

Jesús ministró en el contexto de los pequeños grupos de discípulos. Pudo haber elegido a más, pero sabía que doce es prácticamente el tamaño máximo posible para permitir la participación de todos.

El cuerpo de Cristo, como el tuyo, es en realidad una colección de varias células pequeñas. La vida del cuerpo de Cristo, como el tuyo, está en las células. Debido a esto, todos los cristianos necesitan estar comprometidos con un pequeño grupo dentro de cada iglesia, ya sea uno de reflexión en los hogares, una clase de la Escuela Dominical o un grupo de estudio bíblico. La verdadera comunidad se gesta en esos lugares, no en las reuniones masivas. Piensa en la iglesia como en un barco, los pequeños grupos son los botes salvavidas.

Dios ha hecho una promesa increíble con respecto a los pequeños grupos de creyentes: «Porque donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos».1 Por desgracia, pertenecer a un pequeño grupo tampoco es ninguna garantía de que se experimentará una verdadera comunión. Muchas clases de la Escuela Dominical y los grupos pequeños son superficiales, no tienen idea de lo que es experimentar la comunión genuina. ¿Cuál es la diferencia entre la comunión verdadera y la falsa?

Reflexión:

La intención de Dios es que experimentemos la vida juntos. En la Biblia esta experiencia comunitaria se conoce como vivir en comunión.


Day 18 • Experiencing Life Together

Each one of you is part of the body of Christ, and you were chosen to live together in peace. COLOSSIANS 3:15 (CEV)

How wonderful it is, how pleasant, for God’s people to live together in harmony! PSALM 133:1 (TEV)

LIFE IS MEANT TO BE SHARED.

God intends for us to experience life together. The Bible calls this shared experience fellowship. Today, however, the word has lost most of its biblical meaning. “Fellowship” now usually refers to casual conversation, socializing, food, and fun. The question, “Where do you fellowship?” means “Where do you attend church?” “Stay after for fellowship” usually means “Wait for refreshments.”

Real fellowship is so much more than just showing up at services. It is experiencing life together. It includes unselfish loving, honest sharing, practical serving, sacrificial giving, sympathetic comforting, and all the other “one another” commands found in the New Testament.

When it comes to fellowship, size matters: Smaller is better. You can worship with a crowd, but you can’t fellowship with one. Once a group becomes larger than about ten people, someone stops participating — usually the quietest person — and a few people will dominate the group.

Jesus ministered in the context of a small group of disciples. He could have chosen more, but he knew twelve is about the maximum size you can have in a small group if everyone is to participate.

The Body of Christ, like your own body, is really a collection of many small cells. The life of the Body of Christ, like your body, is contained in the cells. For this reason, every Christian needs to be involved in a small group within their church, whether it is a home fellowship group, a Sunday school class, or a Bible study. This is where real community takes place, not in the big gatherings. If you think of your church as a ship, the small groups are the lifeboats attached to it.

God has made an incredible promise about small groups of believers: “For where two or three have gathered together in My name, I am there in their midst.” 1 Unfortunately, even being in a small group does not guarantee you will experience real community. Many Sunday school classes and small groups are stuck in superficiality and have no clue as to what it’s like to experience genuine fellowship. What is the difference between real and fake fellowship?

Reflection:

God intends for us to experience life together. The Bible calls this shared experience fellowship.