Y ustedes no recibieron un espíritu que de nuevo los esclavice al miedo, sino el Espíritu que los adopta como hijos y les permite clamar: «¡Abba! ¡Padre!». El Espíritu mismo le asegura a nuestro espíritu que somos hijos de Dios. (ROMANOS 8.15–16)
Toda la Biblia cuenta la historia de cómo Dios construyó una familia. Es una familia que lo ama, lo honra y reina con él para siempre. ¡Según parece es una buena familia de la que formar parte!
Dios es amor; por esta razón atesora las relaciones. Incluso se identifica en términos de familia: Padre, Hijo y Espíritu. La Trinidad es la relación de Dios consigo mismo y está basada en el perfecto amor.
Dado que Dios ha existido siempre en tres personas, nunca ha estado solo. No necesitaba una familia. ¡Sin embargo, quiso tener una! Por tanto, nos creó; incluido tú. Fuiste formado para su familia. Quiso que tú fueras parte de ella antes que hubieras nacido. La elección es tuya. Si dices que sí, te acogerá y compartirá todo lo que tiene. Esto haría muy feliz a Dios.
Oración:
Señor, ¡gracias por incluirme en tu familia! Me siento honrado de que quieras que cada uno de nosotros seamos parte de tu familia, y que a todos se nos llame hijos de Dios.
Day 140 • Made for Family
The Spirit we received does not make us slaves again to fear; it makes us children of God. With that spirit we cry out, “Father.” And the spirit himself joins with our spirits to say we are God’s children. (ROMANS 8:15−16, NCV)
The entire Bible tells the story of God building a family. It’s a family who will love him, honor him, and reign with him forever. Sounds like a good family to be part of!
God is love—that’s why he treasures relationships. He even identifies himself in family terms: Father, Son, and Spirit. The Trinity is God’s relationship to himself, and it’s based on perfect love.
Since God has always existed in three persons, he has never been lonely. He didn’t need a family. But he wanted one! So he created us, including you. You were formed for his family. He wanted you to be a part of it before you were even born. The choice is yours. If you say “yes,” he will welcome you and share all he has. This would make God very happy.
Prayer:
God, thank you for including me in your family! I am honored that you want each of us to be a part of your family, and we are all called children of God.