¿Qué le agrada más al Señor: que se le ofrezcan holocaustos y sacrificios, o que se obedezca lo que él dice? El obedecer vale más que el sacrificio.
1 SAMUEL 15:22 (NVI)
La pasión con que Jacob deseaba la bendición de Dios en su vida fue tan intensa que luchó toda la noche en el campo con Dios y le dijo: «¡No te soltaré hasta que me bendigas!».15 ¡La parte más llamativa de esta historia es que Dios, que es todopoderoso, lo dejó ganar! Dios no se ofende cuando «luchamos» con él, porque este encuentro requiere contacto personal, ¡y eso nos acerca a él! También es una actividad apasionada y a Dios le encanta cuando nos emocionamos con él.
Pablo fue otro hombre entusiasmado por su amistad con Dios. No había nada más importante: era prioritaria, el enfoque único y la meta principal de su vida. Dios usó a Pablo de manera tan grande justamente por esta razón. Una versión amplificada de la Biblia expresa cabalmente la intensidad de la pasión que Pablo sentía: «Mi firme propósito es conocerlo mejor —para poder progresivamente conocerlo más a fondo y más íntimamente, sintiendo, percibiendo y entendiendo las maravillas de su Persona con mayor intensidad y más claridad».
Lo cierto es que estás tan cerca de Dios como tú lo deseas. La amistad íntima con Dios es una opción, no es una casualidad. Debes tener la intención de buscarla. ¿Realmente la quieres? ¿Más que a cualquier otra cosa? ¿Cuánto vale para ti? ¿Vale la pena que dejes otras cosas para conseguirla? ¿Merece el esfuerzo que tendrás que hacer para desarrollar los hábitos y destrezas necesarios?
Quizás en el pasado Dios te haya apasionado, pero has perdido ese fervor. Era el problema que tenían los cristianos de Éfeso: habían dejado su primer amor. Hacían lo correcto, pero por obligación y no por amor. Si solo has estado cumpliendo con gestos espirituales, no deberías sorprenderte si Dios permite el dolor en tu vida.
La aflicción es como el combustible de la pasión: refuerza la energía intensa, que normalmente no tenemos, pero que necesitamos para realizar los cambios. C.S. Lewis dijo: «El dolor es el altavoz de Dios». Dios nos despierta del letargo espiritual mediante el dolor. Nuestros problemas no son un castigo; son los despertadores que usa un Dios cariñoso. Él no está enojado con nosotros; está apasionado con nosotros, y hará lo que sea necesario para que volvamos a tener comunión con él. Pero hay una manera más fácil de reencender tu entusiasmo por Dios: Comienza pidiéndole a Dios esta pasión, y continúa pidiéndosela hasta conseguirla. Haz esta oración durante el día: «Querido Jesús, lo que más quiero es conocerte íntimamente». Dios les dijo a los cautivos en Babilonia que «cuando lo buscaran en serio y de todo corazón, él se aseguraría de no defraudarlos».
Tu relación más importante
No hay nada, absolutamente nada más importante, que cultivar la amistad con Dios. Es una relación que durará para siempre. Pablo le dijo a Timoteo: «Algunos de estos individuos se han apartado de lo que es más importante en la vida: conocer a Dios». ¿Te estás perdiendo lo más importante de la vida? Puedes hacer algo al respecto ahora mismo. Recuerda, es tu decisión. Estarás tan cerca de Dios como lo quieras.
DÍA 12
Pensando en mi propósito
PUNTO DE REFLEXIÓN: Estoy tan cerca de Dios como quiero estar.
VERSÍCULO PARA RECORDAR: «Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes». Santiago 4:8 (NVI).
PREGUNTA PARA CONSIDERAR: ¿Qué decisiones tomaré hoy para acercarme a Dios?
DAY 12 / Fourth part • Developing Your Friendship with God
What pleases the Lord more: burnt offerings and sacrifices or obedience? It is better to obey God than to offer a sacrifice.
1 SAMUEL 15:22
Jacob’s passion for God’s blessing on his life was so intense that he wrestled in the dirt all night with God, saying, “I will not let you go unless you bless me.” The amazing part of that story is that God, who is all powerful, let Jacob win! God isn’t offended when we “wrestle” with him, because wrestling requires personal contact and brings us close to him! It is also a passionate activity, and God loves it when we are passionate with him.
Paul was another man passionate for friendship with God. Nothing mattered more; it was the first priority, total focus, and ultimate goal of his life. This is the reason God used Paul in such a great way. The Amplified translation expresses the full force of Paul’s passion: “My determined purpose is that I may know Him — that I may progressively become more deeply and intimately acquainted with Him, perceiving and recognizing and understanding the wonders of His Person more strongly and more clearly.”
The truth Is — you are as close to God as you choose to be. Intimate friendship with God is a choice, not an accident. You must intentionally seek it. Do you really want it — more than anything? What is it worth to you? Is it worth giving up other things? Is it worth the effort of developing the habits and skills required? You may have been passionate about God in the past but you’ve lost that desire. That was the problem of the Christians in Ephesus — they had left their first love. They did all the right things, but out of duty, not love. If you have just been going through the motions spiritually, don’t be surprised when God allows pain in your life. Pain is the fuel of passion — it energizes us with an intensity to change that we don’t normally possess. C. S. Lewis said, “Pain is God’s megaphone.” It is God’s way of arousing us from spiritual lethargy. Your problems are not punishment; they are wake-up calls from a loving God. God is not mad at you; he’s mad about you, and he will do whatever it takes to bring you back into fellowship with him. But there is an easier way to reignite your passion for God: Start asking God to give it to you, and keep on asking until you have it. Pray this throughout your day: “Dear Jesus, more than anything else, I want to get to know you intimately.” God told the captives in Babylon, “When you get serious about finding me and want it more than anything else, I’ll make sure you won’t be disappointed.”
Your Most Important Relationship
There is nothing — absolutely nothing — more important than developing a friendship with God. It’s a relationship that will last forever. Paul told Timothy, “Some of these people have missed the most important thing in life — they don’t know God.” Have you been missing out on the most important thing in life? You can do something about it starting now. Remember, it’s your choice. You are as close to God as you choose to be.
DAY 12
Thinking about My Purpose
POINT TO PONDER: I’m as close to God as I choose to be. VERSE TO REMEMBER: “Draw close to God, and God will draw close to you.” JAMES 4:8A (NLT)
QUESTION TO CONSIDER: What practical choices will I make today in order to grow closer to God?