En mi corazón se agita un bello tema mientras recito mis versos ante el rey; mi lengua es como pluma de hábil escritor.
(SALMOS 45.1)
El rey David escribió cánticos y poemas —muchos— alabando a Dios y mostrando admiración. Escribir era su forma de exponer sus sentimientos delante de Dios. María la profetiza y Débora la jueza escribieron cánticos después de los grandes momentos de su vida. Dejaron brotar sus sentimientos, crearon hermosas poesías para Dios. Usar su pluma era beneficioso para su alma y las ayudaba a recordar todo lo que Dios había hecho.
Intenta escribir. Durante las dos próximas semanas, en cualquier momento que te sientas triste o feliz, agarra un bolígrafo y un cuaderno o tu tableta. Apunta tus pensamientos y sentimiento. Sé completamente sincero. Si estás que echas humo, enfadado, escríbelo. Si estás contento de que Dios ha respondido una oración, crea una nota de agradecimiento dirigida a él. Incluso si sientes que odias a alguien, anótalo en un papel o en tu computadora. Transcurridas dos semanas, vuelve a leer lo que has escrito. Repíteselo en voz alta a Dios si estás orgulloso de él o si necesitas su ayuda. Si notas que precisas ocuparte de un problema o de un pecado, confiesa. A continuación escribe una oración concluyente sobre todo lo que sentiste y pensaste durante esas dos semanas. Realiza este ejercicio de escritura en cualquier momento que necesites descifrar tus sentimientos o cuando sepas que necesitas pasar más tiempo con Dios. Al rey David le funcionó. También te irá bien a ti.
Oración:
Señor, escribir parece [difícil o fácil]. No sé si me ayudará, pero si le funcionó al rey David y a otros muchos en la Biblia, podría servirme a mí también. Te ruego que me muestres cómo puedo usar la escritura para edificar mi relación contigo.
Day 119 • Jot It Down
My heart is stirred by a noble theme as I recite my verses for the king; my tongue is the pen of a skillful writer.
(PSALM 45:1)
King David wrote songs and poems—a lot of them—praising God and showing admiration. Writing was his way of putting his feelings before God. Miriam the prophet and Deborah the judge both wrote songs after big moments in their lives. Letting out their feelings, they created beautiful poetry for God. Using their pen was good for their soul and helped them remember all God had done.
Try writing for yourself. For the next two weeks, any time you feel sad or happy, grab a pen and a notebook or your tablet. Jot down your thoughts and feelings. Be completely honest. If you’re fuming mad, write it. If you’re glad God answered a prayer, create a thank-you note to him. Even if you feel like you hate someone, get it out on paper or your computer. After two weeks, go back and read what you wrote. Repeat it out loud to God if you’re proud of it or need his help. If you notice that you need to address a problem or a sin, fess up. Then write a concluding prayer about all that you felt and thought about during those two weeks. Do this writing exercise any time you need to figure out your feelings or know that you need more time with God. It worked for King David. It will work for you.
Prayer:
Lord, writing seems [hard or easy]. I don’t know if it will help me, but if it worked for King David and many others in the Bible, it could work for me. Please show me how I can use writing to build my relationship with you.