Día 115 – Habla libremente

Dios… es amigo de la gente honrada.
(PROVERBIOS 3.32, TLA)

En la Biblia los amigos de Dios eran sinceros con respecto a sus sentimientos. Con frecuencia se quejaban, cuestionaban, acusaban y discutían con su Creador. A Dios no parecía importarle. De hecho, él alentaba este tipo de sinceridad.

Dios permitió que Abraham cuestionara y lo retara por la destrucción de la ciudad de Sodoma. El patriarca molestó a Dios preguntándole qué le haría perdonar a la ciudad. Dios también escuchó con paciencia las muchas acusaciones de David que lo culpaba de injusticia, de traición y de abandono. Dios no calló a Jeremías cuando afirmó que Dios lo había engañado. Job se desahogó expresando lo triste que estaba por haber perdido su familia y sus posesiones.

¿Puede Dios gestionar esa clase de sinceridad franca e intensa tuya? ¡Rotundamente, sí! Esta es la cuestión: Dios siempre te devuelve sinceridad. Te dice toda la verdad absoluta. La amistad genuina está construida sobre la franqueza. Dios escucha las palabras apasionadas de sus amigos. Para ser amigo de Dios tienes que ser sincero y compartir tus verdaderos sentimientos.

Oración:

Quiero ser sincero contigo sobre mis sentimientos, Señor. Pero resulta difícil recibir de vuelta la verdad sincera. Ayúdame a crecer en franqueza y a ser capaz de escuchar la verdad de ti.


Day 115 – Talk Freely

The Lord … is a friend to those who are honest. (PROVERBS 3:32, NCV)

In the Bible, the friends of God were honest about their feelings. They often complained, second-guessed, accused, and argued with their Creator. God didn’t seem to mind. In fact, he encouraged this kind of honesty.

God allowed Abraham to question and challenge him over the destruction of the city of Sodom. Abraham pestered God over what it would take to spare the city. God also listened patiently to David’s many accusations of unfairness, betrayal, and abandonment. God did not shut out Jeremiah when he claimed that God had tricked him. Job vented how upset he was about losing his family and possessions.

Can God handle that kind of frank, intense honesty from you? Absolutely! Here’s the thing: God is always honest back. He tells the absolute truth. Genuine friendship is built on openness. God listens to the passionate words of his friends. To be God’s friend, you must be honest and share your true feelings.

Prayer:

I want to be honest with you about my feelings, Lord. But it’s hard to hear the honest truth back. Help me grow in openness and be able to hear the truth from you.