Día 111 • Come hasta hartarte

Dios mío, ¡tú eres mi Dios! Yo te buscaré de madrugada. Mi alma desfallece de sed por ti; mi ser entero te busca con ansias, en terrenos secos e inhóspitos, sin agua… Mi alma quedará del todo satisfecha, como si comiera los mejores platillos, y mis labios te aclamarán jubilosos. (SALMOS 63.1, 5, RVC)

«¡Tengo tanta hambre que me podría comer una vaca entera!». ¿Has estado alguna vez así de hambriento? O tal vez hasta hayas dicho: «¡Me estoy muriendo de hambre!». En realidad no es verdad, pero los calambres del hambre te gritan pidiendo algo que comer. En un día súper caluroso de verano, sientes el mismo deseo de agua; ¡estás tan sediento que podrías beberte cuatro litros en tres sorbos!

No bebes ni comes a Dios. Sin embargo, ¿sabes que tu cuerpo y tu mente pueden habituarse tanto a pasar tiempo con él que puedes sentir punzadas de hambre o sentirte «sediento» si lo echas de menos unos cuantos días? Sí; del mismo modo en que tu cuerpo te avisa de que ha pasado la hora de comer, tu mente y tu corazón te dirán que llevas demasiado tiempo si hablar con Dios o sin escuchar su Palabra. Le echarás de menos. ¿Te parece extraño? El hambre y la sed de Dios crece en ti, porque tu cuerpo empieza a experimentar lo bueno que él es para ti. Sencillamente no puedes vivir sin él. Por tanto, hártate de Dios hoy.

Oración:

Señor, estoy empezando a comprender lo que significa sentir hambre o sed de ti. Quiero que seas tan importante como la comida y la bebida para mí. Ayúdame a crecer en ti y a habituarme a tenerte en mi vida.


Day 111 • Chow Down

You, God, are my God, earnestly I seek you; I thirst for you, my whole being longs for you, in a dry and parched land where there is no water … I will be fully satisfied as with the richest of foods; with singing lips my mouth will praise you.
(PSALM 63:1, 5)

 “I’m so hungry I could eat a cow!” Ever been that hungry? Or maybe you’ve even said, “I’m starving!” You’re not really starving, but hunger pangs are yelling at you for something to eat. On a super-hot summer day, you feel the same way about water—so thirsty that you could drink a gallon in three gulps!

You don’t drink or eat God. But did you know that your body and mind can get so used to spending time with God that you can get hunger pangs or feel “thirsty” if you miss him for a few days? Yep, just like your body tells you that it is past time to eat, your mind and heart will tell you when it’s been too long since you talked to God or listened to his Word. You’ll miss him. Seem strange? Hunger and thirst for God grow in you because your body begins to experience how good he is for you. You just can’t live without him. So get your fill of God today.

Prayer:

God, I am starting to understand what it means to feel hungry or thirsty for you. I want you to be as important as food and drink to me. Help me to grow in you and get used to having you in my life.