Día 11 • Hagámonos los mejores amigos de Dios

Porque si, cuando éramos enemigos de Dios, fuimos reconciliados con él mediante la muerte de su Hijo, ¡Con cuánta más razón… seremos salvados del castigo de Dios por su vida! ROMANOS 5:10 (NVI)

Dios quiere Ser tu Mejor Amigo.

Nuestra relación con Dios tiene diferentes aspectos: Dios es el Creador y el Hacedor, el Señor y el Maestro, Juez, Redentor, Padre, Salvador y mucho más. Pero la verdad más impactante es que el Dios Todopoderoso anhela ser nuestro Amigo!

En el jardín del Edén vemos la relación ideal de Dios con nosotros: Adán y Eva disfrutaban de una amistad íntima con él. No había rituales, ni ceremonias, ni religión: simplemente una relación sencilla y cariñosa entre Dios y las personas que había creado. Sin los estorbos de la culpa o el temor, Adán y Eva se deleitaban en Dios, y él en ellos.

Dios nos creó para vivir continuamente en su presencia; pero después de la caída, esa relación ideal se estropeó. Solo unas pocas personas en el Antiguo Testamento tuvieron el privilegio de la amistad divina. A Moisés y Abraham se les lamó “amigos de Dios”, de David se nos dice que para Dios era “un hombre conforme a [su] corazón”, y Job, Enoc y Noé tenían una amistad íntima con Dios. Pero en el Antiguo Testamento, el temor de Dios predomina más que la amistad.

Jesús cambió esa situación. Al pagar por nuestros pecados en la cruz, el velo del templo – que simbolizaba nuestra separación de Dios- se rasgó de arriba a abajo, como señal de que el acceso directo a Dios estaba nuevamente abierto.

A diferencia de los sacerdotes del Antiguo Testamento que debían prepararse durante horas antes de reunirse con él, nosotros ahora podemos acercarnos a Dios en cualquier momento. La Biblia dice que “ahora tenemos la maravillosa alegría del Señor en nuestras vidas, gracias a que Cristo murió por nuestros pecados y nos hizo sus amigos”. La amistad con Dios solo es posible por su gracia y el sacrificio de Jesús: “Dios nos reconcilió, por medio de Cristo nos transformó de enemigos en amigos”. Un viejo himno dice: “0h, qué amigo tenemos en Cristo!”, pero, en realidad, Dios nos invita a disfrutar de amistad y comunión con las tres personas de la Trinidad: nuestro Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

Reflexión:

La amistad con Dios solo es posible por su gracia y el sacrificio de Jesús.


Day 11 • Becoming Best Friends with God

Since we were restored to friendship with God by the death of his Son while we were still his enemies, we will certainly be deliv- ered from eternal punishment by his life.

ROMANS 5:10 (NLT)

GOD WANTS TO BE YOUR BEST FRIEND

Your relationship to God has many different aspects: God is your Creator and Maker, Lord and Master, Judge, Redeemer, Father, Savior, and much more.  But the most shocking truth is this: Almighty God yearns to be your Friend!

In Eden we see God’s ideal relationship with us: Adam and Eve enjoyed an intimate friendship with God. There were no rituals, ceremonies, or religion – just a simple loving relationship between God and the people he created. Unhindered by guilt or fear, Adam and Eve delighted in God, and he delighted in them.

We were made to live in God’s continual presence, but after the Fall, that ideal relationship was lost. Only a few people in Old Testament times had the privilege of friendship with God. Moses and Abraham were called “friends of God,” David was called” a man after [God’s] own heart,” and Job, Enoch, and Noah had intimate friendships with God.  But fear of God, not friendship, was more common in the Old Testament.

Then Jesus changed the situation. When he paid for our sins on the cross, the veil in the temple that symbolized our separation from God was split from top to bottom, indicating that direct access to God was once again available.

Unlike the Old Testament priests who had to spend hours preparing to meet him, we can now approach God anytime. The Bible says, “Now we can rejoice in our won- derful new relationship with God – all be- cause of what our Lord Jesus Christ has done for  in making us friends of God.”

Reflection:

Friendship with God is possible only because of the grace of God and the sacrifice of Jesus.