«El que tenga llagas de lepra, deberá llevar rasgada la ropa y descubierta la cabeza, y con la cara semicubierta gritará: “¡Impuro!, ¡Impuro!”…». (LEVÍTICO 13.45, DHH)
Gran parte de Levítico es como un libro de medicina. Erupciones. Llagas en la piel. Hinchazones. ¿Qué diantres hacía Dios con un libro así? Bueno, él lo sabe todo sobre el cuerpo humano. Y vio que los israelitas necesitaban alguna ayuda médica. No contaban con microscopios, radiografías y hospitales como nosotros. Si no eran cuidadosos, una persona enferma podría contagiar a toda la tribu. Dios tenía cuidado de ellos.
Dios les dio a los líderes israelitas un libro de directrices sobre la salud. Lo usaban para examinar las dolencias, las enfermedades, infestaciones, plagas, y otros asuntos desagradables. Si alguien era contagioso, lo que significa que podría infectar a los demás, los líderes o sacerdotes enviaban al enfermo fuera de la ciudad hasta que se recuperara. Los sacerdotes no estaban siendo malos. Estaban protegiendo a todos los demás.
Así es como Dios cuida a su pueblo. Sabe lo que necesitan y les dice lo que tienen que hacer. De no haber actuado así con los israelitas, jamás habrían conseguido salir del desierto ni habrían vivido para contarlo.
Oración:
¡Vaya, Señor! Sabes muchas cosas, incluso sobre mi cuerpo. Gracias por crearlo y por todas las cosas asombrosas que hace. Conozco a alguien que está enfermo en estos momentos y necesita tu ayuda. Te ruego que lo sanes.
Day 109 • Body Matters
Anyone with such a defiling disease must wear torn clothes, let their hair be unkempt, cover the lower part of their face and cry out, “Unclean! Unclean!” (LEVITICUS 13:45)
Much of Leviticus reads like a medical book. Rashes. Skin sores. Bumps. What in the world was God doing with a book like that? Well, he knows everything about the human body. And he saw that the Israelites needed some medical help. They didn’t have microscopes, shots, and hospitals like we do. If they weren’t careful, one sick person could make the whole tribe sick. God was watching out for them.
God gave the Israelite leaders a book of guidance about health. They used it to examine illnesses, diseases, infestations, plagues, and other nasty matters. If someone was contagious, meaning they could infect others, the leaders or priests would send the sick person outside of the city until he got better. The priests weren’t being mean. They were protecting everyone else.
That’s how God looks after his people. He knows what they need and tells them what to do. If he hadn’t done that with the Israelites, they may have never made it out of the wilderness and lived to tell about it.
Prayer:
Wow, Lord! You know a lot, even about my body. Thank you for creating my body and all the amazing things it does. I know someone who is sick right now and needs your help. Please heal them.