En su mano está la vida de todo ser viviente.
JOB 12:10 (DHH)
En una ocasión me perdí en las montañas. Me detuve a preguntar cómo llegar al campamento y la respuesta fue: «No puedes llegar hasta allí desde este lugar. ¡Tienes que empezar por el otro lado de la montaña!». De igual manera, no puedes llegar a la conclusión de tu existir centrándote en ti mismo. Dios es tu punto de partida, tu Creador. Existes tan solo porque él desea que existas. Fuiste creado por Dios y para Dios, y hasta que lo entiendas, tu vida no tendrá ningún sentido. Solo en él encontramos nuestro origen, nuestra identidad, nuestro sentido, nuestro propósito, nuestro significado y nuestro destino. Cualquier otra ruta termina en un callejón sin salida.
Muchos tratan de usar a Dios para su propio beneficio, pero eso es antinatural y está condenado al fracaso. Fuiste creado para Dios, no al contrario; la vida consiste en permitir que él te use para sus propósitos y no en que tú lo uses a él para los tuyos. La Biblia dice: «La obsesión con sí mismo en estos asuntos es un callejón sin salida; la atención a Dios nos guía a una vida libre y espaciosa».
He leído muchas obras que me ofrecen diferentes maneras de descubrir el propósito de mi vida. La mayoría se pueden clasificar como libros de «autoayuda», porque abordan el tema desde una perspectiva egoísta. Los libros de autoayuda, incluidos los cristianos, ofrecen por lo general los mismos pasos a seguir para que logres encontrar el propósito de la vida: Piensa en tus sueños. Define tus valores. Trázate metas. Averigua cuál es tu fuerte. Apunta a la cima. ¡Alcánzala! Sé disciplinado. Cree en ti mismo para lograr tus metas. Involucra a otros. Nunca te des por vencido.
Muchas veces estas recomendaciones llevan al éxito. Por lo general puedes lograr alcanzar una meta si pones todo tu empeño. ¡Pero tener éxito y cumplir el propósito de tu vida son dos temas muy distintos! Podrías alcanzar todas tus metas y ser un triunfador de acuerdo con los estándares del mundo, y aun así no saber la razón para la cual Dios te creó. Por eso necesitas más que un asesoramiento de autoayuda. La Biblia dice: «La autoayuda no es eficaz en todo. El sacrificio es el camino, mi camino, para encontrarte a ti mismo, a tu verdadero yo».
Este no es un libro de autoayuda. Tampoco es una guía para buscar la carrera adecuada, ni para hacer tus sueños realidad o planificar tu vida. No se trata tampoco de cómo añadir a la fuerza más actividades a una agenda ya sobrecargada. En realidad, te enseñará cómo puedes hacer menos en la vida, concentrándote en lo más importante. Trata sobre el tema de llegar a ser aquello para lo que Dios te creó.
Reflexión:
Fuiste creado por Dios y para Dios, y hasta que lo entiendas, tu vida no tendrá ningún sentido.
Day 1/ part 2 • It All Starts with God
It is God who directs the lives of his creatures; everyone’s life is in his power. JOB 12:10 (TEV)
I once got lost in the mountains. When I stopped to ask for directions to the campsite, I was told, “You can’t get there from here. You must start from the other side of the mountain!” In the same way, you cannot arrive at your life’s purpose by starting with a focus on yourself. You must begin with God, your Creator. You exist only because God wills that you exist. You were made by God and for God — and until you understand that, life will never make sense. It is only in God that we discover our origin, our identity, our meaning, our purpose, our significance, and our destiny. Every other path leads to a dead end.
Many people try to use God for their own self-actualization, but that is a reversal of nature and is doomed to failure. You were made for God, not vice versa, and life is about letting God use you for his purposes, not your using him for your own purpose. The Bible says, “Obsession with self in these matters is a dead end; attention to God leads us out into the open, into a spacious, free life.”
I have read many books that suggest ways to discover the purpose of my life. All of them could be classified as “self-help” books because they approach the subject from a self-centered viewpoint. Self-help books, even Christian ones, usually offer the same predictable steps to finding your life’s purpose: Consider your dreams. Clarify your values. Set some goals. Figure out what you are good at. Aim high. Go for it! Be disciplined. Believe you can achieve your goals. Involve others. Never give up.
Of course, these recommendations often lead to great success. You can usually succeed in reaching a goal if you put your mind to it. But being successful and fulfilling your life’s purpose are not at all the same issue! You could reach all your personal goals, becoming a raving success by the world’s standard, and still miss the purposes for which God created you. You need more than self-help advice. The Bible says, “Self-help is no help at all. Self-sacrifice is the way, my way, to finding yourself, your true self.”
This is not a self-help book. It is not about finding the right career, achieving your dreams, or planning your life. It is not about how to cram more activities into an overloaded schedule. Actually, it will teach you how to do less in life — by focusing on what matters most. It is about becoming what God created you to be.
Reflection:
You were made by God and for God — and until you understand that, life will never make sense.