Que lo digan los redimidos del Señor, a quienes redimió del poder del adversario. SALMO 107:2 (NVI)
¿Cuál es tu historia? Quizá es tan compleja que a duras penas sabes por dónde empezar, o quizá piensas que es demasiado insípida como para contarla. Sea cual sea, te aseguro una cosa: es importante.
Desde el principio, Dios te tuvo presente en su mente. Pensó en ti hasta el último detalle. Te ha amado desde siempre. La forma en la que tú has descubierto esta preciosa verdad, o la manera en la que se está revelando ahora, tiene una tremenda importancia. Empieza a decirte esto a ti misma y prepárate para contar tu historia cuando llegue el momento.
Oración:
Señor, cuando pienso en tu historia, la mía me parece tan, tan pequeña… Gracias por haberme elegido para formar parte de la tuya; es tan maravilloso que no lo puedo comprender. Gracias por mi historia, Padre. Haz que aprenda a verla como tú la ves: significativa, bella y valiosa.
Tell Your Story
Let the redeemed of the LORD tell their story—those he redeemed from the hand of the foe. PSALM 107:2 NIV
What’s your story? Whether it’s so complex you barely know where to begin, or you think it’s too insignificant to tell, be assured that it matters.
From the beginning, God had you in mind. He planned you out to the tiniest detail. He has loved you forever. The way in which you discovered this beautiful truth, or the way it is currently unfolding, is of great significance. Begin telling it to yourself, and be ready to share it when the time comes.
Prayer:
Lord, when I consider your story, mine seems so small. That you chose me to be a part of it is too wonderful to comprehend. Thank you for my story, Father. May I learn to see it as you do: significant, beautiful, and worthy.