1 Corintios 13:1
Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe.
En otras palabras, lo que nos esta hablando en este versículo, el apóstol Pablo, es que si practico el don espiritual que Dios me ha dado, pero lo hago sin amor, he llegado a personificar el “ruido”.
¿Has escuchado sonar el instrumento llamado gongo? Es un disco de metal grande, utilizado usualmente por la cultura oriental, con un sonido resonante como un eco. Es ese instrumento al que Pablo llama “metal”.
¿Has oído el címbalo retiñendo, su sonido vibrante? Ambos instrumentos solo son agradables dentro de una pieza musical, pero tocados solos, molestan y hacen ruido.
¿Por qué hago tanto énfasis en el tema del ruido? Porque este versículo Dios lo usa para enseñarnos la reacción que tienen aquellos a quienes queremos ministrar con nuestros dones cuando lo hacemos sin sumarle el amor a ese don.
En cualquier caso, y a pesar de lo maravilloso y sobrenatural, el Señor nos muestra a través de este versículo cuán molesto o destructivo puede llegar a ser el uso de un don espiritual ministrado sin la motivación de dar amor.
Hay una frase muy popular que dice: “A la gente no le interesa cuánto sabes hasta que le muestres cuánto te importan”. Es decir, a la gente no le interesa que le muestres todos tus conocimientos de teología ni lo elocuente que puedes ser al comunicarlos; no le interesa que le hagas un análisis teológico de por qué Dios permite el sufrimiento o las disciplinas; no le interesa cuántas lenguas y manifestaciones sobrenaturales ocurren a tu alrededor, si no le muestras gracia, compasión o simpatía ante su dolor. Si no le muestras amor.
Si solo ejerzo el don y no le sumo amor, mis palabras no han ministrado: es como un címbalo fuera de una pieza musical.
Alguien dijo que el amor es el “sistema circulatorio” del cuerpo de Cristo, la Iglesia. Dios nos muestra la supremacía del amor ante los dones porque estamos llamados a mostrar las virtudes de Aquel que nos llamó de las tinieblas a Su luz admirable, y Dios es Amor (1 Juan 4:16).
En conclusión, cuando el Señor te llame a ministrar a otro, procura expresar el amor de Cristo antes que desplegar tu don, no sea que esa persona al verte venir, cierre sus oídos y sus ojos y hasta intente irse del lugar porque le seas como metal resonante o címbalo que retiñe.
Oración:
Mi Señor, tu eres la fuente de vida y de amor, nos creaste y levantaste para ser testigos de tu gloria y poder, nos has apartado como tus hijos amados para el dia de la redención, y hoy por hoy somos tu pueblo, tu herencia colaboradores de tu reino instrumentos de justicia para alcanzar muchas almas necesitadas de ti; llenanos del poder de tu amor, que todo nuestro ser irradie más de ti y que la misericordia, compasión y bondad sean fruto de bien en nosotros para los demás; te lo pedimos en el nombre de Jesús, ¡Amén!
Clanging Cymbal
1 Corinthians 13:1
If I speak human and angelic tongues, and have no love, I become like resounding metal, or a clanging cymbal.
In other words, what the apostle Paul is talking about in this verse is that if I practice the spiritual gift that God has given me, but I do it without love, I have come to personify “noise.”
Have you heard the sound of the instrument called a gong? It is a large metal disk, usually used by Eastern culture, with a resonant sound like an echo. It is that instrument that Paul calls “metal.”
Have you heard the clanging cymbal, its vibrating sound? Both instruments are only pleasant within a piece of music, but played alone, they bother and make noise.
Why do I put so much emphasis on the noise issue? Because this verse is used by God to teach us the reaction of those to whom we want to minister with our gifts when we do so without adding love to that gift.
In any case, and as wonderful and supernatural as it is, the Lord shows us through this verse how annoying or destructive the use of a ministered spiritual gift can be without the motivation of giving love.
There is a very popular phrase that says: “People don’t care how much you know until you show them how much you care”. That is, people are not interested in showing you all your knowledge of theology or how eloquent you can be in communicating it; He is not interested in your theological analysis of why God allows suffering or disciplines; He doesn’t care how many tongues and supernatural manifestations occur around you, if you don’t show him grace, compassion or sympathy in the face of his pain. If you don’t show him love.
If I only exercise the gift and do not add love to it, my words have not ministered: it is like a cymbal out of a piece of music.
Someone said that love is the “circulatory system” of the body of Christ, the Church. God shows us the supremacy of love before the gifts because we are called to show the virtues of the One who called us from darkness into his admirable light, and God is Love (1 John 4:16).
In conclusion, when the Lord calls you to minister to another, try to express the love of Christ before displaying your gift, lest that person, seeing you come, close his ears and eyes and even try to leave the place because you are like him. resonant metal or tinkling cymbal.
Prayer:
My Lord, you are the source of life and love, you created us and raised us up to be witnesses of your glory and power, you have set us apart as your beloved children for the day of redemption and today we are your people, your heritage collaborators of your kingdom instruments of justice to reach many souls in need of you; fill us with the power of your love that our whole being radiates more of you and that mercy, compassion and kindness be the fruit of good in us for others; We ask this in Jesus name, Amen!