BUENOS CAMBIOS

Por la noche durará el lloro, y a la mañana vendrá la alegría. SALMOS 30:5
Una de las equivocaciones que usted y yo podemos cometer es desesperarnos porque nuestra situación no cambia; los sufrimientos, las cargas y los retos aumentan. Esto puede hacernos creer que Dios nos ha olvidado o que no tiene ningún buen plan para nosotros. No obstante, los cambios son inevitables, forman parte de nuestras vidas diarias. Podemos interpretar esto como algo negativo, porque a veces experimentar cambios significa perder personas y cosas que amamos. Pero lo que debemos recordar es que el Señor Dios es parte de nuestra historia. En un momento puede transformar de manera absoluta nuestras situaciones en formas que nunca imaginamos que fuera posible. Hizo esto a lo largo de las Escrituras por Abraham, Moisés, David, José y muchos otros.

Jesús le habló a Pablo en el camino a Damasco, y a partir de ese momento todo fue diferente (Hechos 9:1–19). Pablo había sido un crítico e incrédulo perseguidor de la iglesia. Pero unos pocos momentos en presencia del Señor vivo bastaron para cambiar toda su perspectiva, vida, propósito y destino eterno.

Dios también puede transformar las circunstancias de su vida. Así que no se desespere. Tenga paciencia y observe cómo el Señor actúa en aquello que le concierne a usted.

Oración:
Jesús, sé que puedes intervenir en mis circunstancias y transformarlas. Mi esperanza está puesta en ti. Amén


GOOD CHANGES

Weeping may last for the night, but a shout of joy comes in the morning. PSALM 30:5


One of the mistakes you and I can make in life is to despair that our situation will never change—the pains, burdens, and challenges will continue unceasingly. This can make us feel like God has forgotten us or doesn’t have a good plan for us. However, changes are inevitable—they are part of our everyday lives. We may interpret this as negative because change sometimes means we lose people and things that are dear to us. But what we must remember is the Lord God is part of our story. In a moment, He can absolutely transform our situations in ways we never imagined possible. He did so throughout Scripture for Abraham, Moses, David, Joseph, and countless others. On the Damascus Road, Jesus spoke to Paul, and from that moment on, everything was different (Acts 9:1–19). Paul had been a critical, unbelieving persecutor of the church. But a few moments in the presence of the living Lord was all it took to change his entire outlook, life, purpose, and eternal destination. God can transform your circumstances as well. So do not despair. Wait and watch for the Lord to work in what concerns you.

Prayer:
Jesus, I know You can intervene in my circumstances and transform them. I wait in hope for You. Amen.