Año de la Restitución • Somos un sueño de Dios

Así que, hermanos, nosotros, como Isaac, somos hijos de la promesa.
Gálatas 4:28

Isaac fue el hijo prometido por Dios a Abraham y Sara –dos ancianos que no podían tener hijos–, y su Nacimiento es el resultado de esa palabra enviada desde el cielo y recibida con fe.

Ser hijos de la promesa significa que nosotros, al igual que Isaac, no somos el resultado de una decisión humana, ni de la mala idea de alguien, ni algo equivocado que sucedió. ¡Somos la expresión visible de un deseo de Dios! Antes de que fuésemos formados en el vientre, Dios había hablado acerca de nosotros, y nos había diseñado.

Ser hijos de la promesa es la consecuencia de una palabra dada por Dios, y una respuesta del cielo a una necesidad de la tierra. Significa que no hemos nacido en vano, sino que somos parte de las bendiciones del Padre y del propósito con el que Él nos ha creado y formado.

Los planes y propósitos de Dios se encarnan en Sus hijos e hijas; por eso Satanás está sumamente interesado en destruir y anular tu vida. El diablo ha buscado frenar, corromper por medio del pecado o distorsionar la imagen que tenemos sobre nosotros mismos por medio de situaciones de dolor, necesidad o hasta abuso.

Del mimo modo que nuestro Padre Celestial ha hablado de nosotros desde el comienzo, el «padre de la mentira» también ha hablando para instalar maldición en lugar de la bendición del Padre. Satanás utiliza situaciones de la vida para herirnos negativamente, y así limitar nuestro propósito de gloria en Dios.

¡Pero quiero recordarte que nada que el infierno haya declarado o decretado sobre tu vida tendrá más efecto y poder que el amor del Padre y Sus Palabras! Las palabras de Satanás y del mundo pasarán, pero las del «Padre de la luz» jamás pasarán.

Que hoy se active esta Palabra en tu corazón y en tu espíritu.


Year of Restitution • We are a dream of God

so, brothers, we, like Isaac, are children of promise.
Galatians 4:28

Isaac was the son promised by God to Abraham and Sarah – two elders who could not have children – and his birth is the result of that word sent from heaven and received with faith.
Being children of promise means that we, like Isaac, are not the result of a human decision, or someone’s bad idea, or something wrong that happened. We are the visible expression of a desire of God! Before we were formed in the womb, God had spoken about us, and designed us.
Being children of promise is the consequence of a word given by God, and a response from heaven to a need for the earth. It means that we are not born in vain, but that we are part of the Father’s blessings and the purpose for which He has created and formed us.
God’s plans and purposes are embodied in His sons and daughters; that is why Satan is extremely interested in destroying and annulling your life. The devil has sought to curb, corrupt through sin or distort the image we have about ourselves through situations of pain, need or even abuse.
In the same way that Heavenly Father has spoken of us from the beginning, the “father of lies” has also spoken to install a curse instead of the Father’s blessing. Satan uses life situations to hurt us negatively, and thus limit our purpose of glory in God.
But I want to remind you that nothing hell has declared or decreed about your life will have more effect and power than the Father’s love and His words! The words of Satan and the world will pass away, but those of the “Father of Light” will never pass away.

May this Word be activated today in your heart and in your spirit.