El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama […] y yo le amaré, y me manifestaré a él. JUAN 14:21
Por experiencia personal sabemos que es fácil decir que amamos a alguien, le declaramos lealtad o confiamos en él; pero cuando se trata de poner las necesidades o los deseos de esa persona por sobre los nuestros, entonces se vuelve más difícil. Sin embargo, como sabe cualquier soldado o padre, el amor verdadero es sacrificial. Demostramos nuestro amor cuando ponemos el bienestar de los demás por sobre el nuestro. Jesús manifestó: «Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos» (Juan 15:13).
En cierto sentido, lo mismo ocurre con Dios. Afirmamos creer en el Señor y amarlo, pero ¿confiamos más en Él que en nosotros mismos? ¿Estamos dispuestos a obedecerle por reverencia, porque Él es nuestro Creador, Salvador y Señor? Nuestras decisiones muestran si lo hacemos o no. O respondemos en fe, reconociendo que Él es Dios diciéndole sí, o nos rebelamos eligiendo nuestra propia sabiduría imperfecta por sobre la de Él. Esto depende de nosotros y, en última instancia, revela lo que creemos de veras acerca del Señor.
Oración:
Jesús, creo en ti y quiero honrarte como Dios no solo con mis palabras, sino con mis acciones. Revélame dónde me quedo corto y cómo puedo amarte más. Amén.
REAL LOVE
“He who has My commandments and keeps them is the one who loves Me . . . and I will love him and will disclose Myself to him.” JOHN 14:21
From personal experience, you know it is easy to say you love someone, bear allegiance to that person, or trust him or her; but when it comes to putting that person’s needs or desires over your own, it becomes far more difficult. However, as any soldier or parent knows, real love is sacrificial. We prove our love when we put the other’s well-being above our own. As Jesus said, “Greater love has no one than this, that one lay down his life for his friends” (John 15:13).
In a sense, the same is true for God. We say we believe in and love the Lord, but do we trust Him more than we do ourselves? Are we willing to obey Him out of reverence because He is our Creator, Savior, and Lord? Our choices show whether we do or not. We either respond to Him in faith—acknowledging He is God by saying yes to Him—or in rebellion, choosing our own imperfect wisdom above His. This is up to us and ultimately reveals what we truly believe about Him.
Oración:
Jesus, I believe You and want to honor You as God—not just with my words but with my actions. Reveal where I fall short and how I can love You more. Amen.
